Visión financiera/Georgina Howard
Heinrich Mann. Basura, la expresión del fandango
La basura no solo está en el título de un libro, sino que es la expresión de menosprecio que envuelve nuestras vidas, porque los desechos, cualesquiera que sean, se manifiestan físicamente. Las festividades que venimos arrastrando, se convierten en la expresión de lo sucio, después del disfrute y la alegría ¿Cómo habrá quedado el Zócalo después de la marcha del Día de muertos? El mexicano no es precisamente cuidadoso de esa situación y lo vemos en las playas. En una investigación que hizo la Ibero sobre la posible basura que iba a salir solo de un sector el Bosque de Chapultepec, en las pasadas elecciones de junio, registró alrededor de 10 millones de pendones electorales que iban a ser basura en poco tiempo, los que representaban solo en ese entorno, ser 2.3 veces más grandes que el bosque mismo. Por su parte, la Secretaría de Obras y Servicios de la CDMX informó de las 115 mil 424 toneladas de basura, extraídas durante la temporada de lluvias. Eso nos da una idea de lo que producen no solo la vida diaria de la ciudad, sino las expresiones masivas. Y eso que faltan el desfile revolucionario, los millones de peregrinos que vienen a visitar a su virgen y desde luego las fiestas de navidad y fin de año.
EL PROFESOR BASURA DE MANN Y LAS SIMILITUDES CONTAMINADORAS
Algo tenía Heinrich Mann contra el profesor Basura y los anarquistas, porque su desprecio a lo establecido se refleja en el apodo aunque en realidad se llamaba Immanuel (El profesor Basura o El ángel azul como lo editan algunas editoriales como Factoría, 2004) cuyo sobrenombre evidencia la postura del autor. Y paradójicamente, es este apodo el que pone a raya en su momento al protagonista. El escritor, al recalcarlo, marca su desprecio a lo que es desechable. Heinrich, tan importante como su hermano menor el Nobel 1929 Thomas Mann, guardaba sin embargo discreto alejamiento para no empañar la gran fama del autor de la Montaña mágica. Pero su postura estaba más delineada ideológicamente, porque en su huida de Alemania, su cuna, para llegar a Estados Unidos, lo hizo para distinguirse como un luchador a favor de la democracia y la izquierda, hasta el final.
DE LOS RABIOSOS PLEITOS POR UNA MUJER, SALIÓ UN GRAN LIBRO
El filme El ángel Azul del director Josef von Sternberg, de 1930, en donde se mostraba el apogeo de la belleza de Marlene Dietrich, levantaba la fama de Mann, pero daba un nuevo nombre a esa fama: un cabaret El ángel azul del pueblo Weimar en esa época, que convulsiona a un sector, en donde baila una bella mujer de orígenes modestos, Enfrentados por ella un profesor cuestionado y un grupo de alumnos que lo odia por su dureza en la enseñanza, más bien parece el enfrentamiento de clase en aquella Alemania de la posguerra de 1914, que la exhibición de esa enseñanza , porque lo esencial se desarrolla en el cabaret mencionado entre pleitos e intrigas, una mujer que ejerce el poder y el triunfo del profesor que se casa con ella. Después, ya instalados y sacando ventajas, ambos concitan a una sociedad cómplice que se suma hasta que la autoridad aplica la ley. El filme fue estrenado en 1931 y el libro, por su interesante enfoque, se sigue editando.