Libros de ayer y hoy/Teresa Gil

Desacato y burla al estado de derecho ¡faltaba más!

No se trata solo de que los delitos contra el honor hayan desaparecido de los códigos penales y se busque la compensación por la vía civil; la agresión a una persona tiene connotaciones más profundas y rebasan aquellos tipos depuestos. El priismo electoral transita por una vía peligrosa  al invocar situaciones aparentemente personales, para señalar a una opositora, violando no solo resoluciones judiciales, sino enfrentando directamente al sistema jurídico mexicano. El llamado estado de derecho, es una supraestructura que en la mayoría de los países  se cumple solo a voluntad del poder. Nada de hipocresías. En México la ley se aplica normalmente cuando se trata de agilizar cuestiones que no dañan la esencia de los que ejercen ese poder, pero cuando a través del derecho se pone en peligro lo que ellos llaman la seguridad del estado  entonces se mueven todos los mecanismos para hacer nugatoria esa ley. En el país la impunidad ha campeado porque llega un  momento en el que los hechos que afectan al poder son tantos, que la ley tiene que comprimirse y en ciertos casos, como ocurre en los estados totalitarios, solo quedan rendijas que se utilizan como  justificaciones ante algunos demandantes. Lo que está pasando ahora es un claro ejemplo de que  el sistema, desesperado ante la ineficacia de imponer  a su candidato para  conservar el poder, lo instruye  sobre una burla, un desacato directo a las normas que colocan a la  nación en circunstancias muy graves. Si se desconocen las normas y sus efectos, estamos, entonces, ante el totalitarismo.  No hay otra explicación. El mandato para el candidato José Antonio  Meade de desconocer decisiones de otro poder, el judicial, que según los cánones jurídicos ha exonerado a una candidata Nestora Salgado, rebasa la normatividad jurídica y nos pone al garete ¿Cuánto valen para ellos, las decisiones judiciales?

La calumnia forma de hacer política. Medios cómplices: Heinrich Böll

Los códigos penales sacaron de su ámbito los delitos contra el honor que se aglutinaban en torno al género injuria, en 2007. Así, quedaron solo atrapados en la restitución moral por la vía civil, la difamación, la calumnia y  la injuria como subgénero. La sanción es más farragosa y más larga. Dos años antes de que se llevara a cabo ese ajuste  durante el sexenio de Felipe Calderón, la Asamblea Legislativa del D.F. discutió su propia ley  para no dejar desprotegidos la vida privada, el honor y la propia imagen y le otorgó también la compensación del código civil. El que ahora el proceso electoral se haya nutrido de infinidad de casos y haya habido amenazas de demandas de restitución, agrava el caso de Nestora Salgado, candidata al Senado por Morena,  porque hay agresiones de género y delitos electorales. Se ha puesto incluso en peligro la vida de la activista y de su familia. Se tipifican varias conductas. En la obra de Heinrich Böll  El honor perdido de Katharina Blum (Editorial Planeta 2007) el premio Nobel alemán, pone el ejemplo de cómo el uso de la difamación y la calumnia  pueden afectar la vida de una mujer. Pero a diferencia del caso de la guerrerense, que es agredida por un partido, su candidato José Antonio Meade y medios y personajes afines, en la historia mencionada es un periodista el que obsesionado por un caso delictivo y un infractor, se ensaña con la mujer que ha tenido relaciones con él, hasta llegar a extremos de ignominia. En el camino se suman a las diatribas del periodista, los aparatos de justicia del país para concentrar toda su fuerza e infamia contra una mujer que se defiende con denuedo  para conservar su integridad moral y física.  La obra le sirve al autor de  Opiniones de un payaso (Seix Barral 1968, varias ediciones) Böll  –1917-1985–, para hacer una crítica profunda sobre la iniquidad que se aplica a través de ciertos medios de comunicación y el poder exacerbado para crear víctimas ¿Que tanta responsabilidad se aplicaría a esos medios en México, en el supuesto de una agresión concreta?  ¿Qué papel juegan las autoridades y los órganos electorales para responsabilizar y sancionar a candidatos como Meade que retan y desacatan el orden jurídico en este momento dramático de las campañas electorales?

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