Eliminar autónomos, un autoengaño/Bryan LeBarón
China, Fonllem y un canto al amor en el México de hoy
Leo en estos días el Canto al amor de Roberto Fonllem Alejo, cuando la ciudadanía del país se apasiona por un cambio. Y cuando China está en la agenda ofensiva diaria, de Estados Unidos. Y cuando el recuerdo de aquella represiva campaña antichina, queda en el baldón de la historia mexicana. Es un largo poema autobiográfico del chino Ernesto Fonllem Chan escrito por su hijo Roberto, quien como Gertrude Stein al escribir la Autobiografía de Alice B. Toklas, retó al mundo literario con su gran talento, al escribir la autobiografía, ¡de otra! Pocos romances, poemas largos -poemarios-, y epistolares hay en México; tengo a la mano entre otros Luz patibularia de Pino Paéz, Piedra de Sol (584 versos) de Octavio Paz, Primero sueño de Sor Juana y Muerte sin fin de José Gorostiza, con las diferencias que cada obra tiene, y debe tener. En el caso de las autobiografías, ¿ por qué alguien no va a escribir la autobiografía de otro? De hecho puede ser lo común en muchos casos, cuando se escribe una biografía. Al penetrar en esta, el escritor está plasmando sus propias concepciones y vivencias para crear una autobiografía que involucra el alma y la profundidad del biografiado desde la perspectiva de otro y fusionar ambas vidas, la del que escribe y la del que es materia del escrito. El “auto” y la “biografía” en uno solo. ¿sería eso lo que pensaba Stein al escribir sobre la vida de su amante, será eso lo que pensaba Roberto Fonllén al escribir las vida de su padre en primera persona?
Borges dijo que el Martín Fierro era una novela. canto al amor también
Independientemente de su contenido literario, -Libros de ayer y hoy no es crónica literaria; es promotora de la lectura-, la estructura de este libro singular llama la atención ante todo, por las muchas voces que intervienen en él, desde prologuistas, poetas reconocidos, opinadores, firmadores de convenios internacionales y desde luego, en primer lugar, el versificador, con la consistencia, devoción y gran esfuerzo de narrador. El libro es una historia, la larga historia de un chino Ernesto Fong en sus orígenes, Ernesto Fonllem Chan, trastocado al nombre hispano, que toca tierras mexicanas en 1912, inmerso en un pasado oriental que lo determina -Confucio siempre está presente-, a la par que que se introducen en él, la vida y las costumbres del nuevo país. En el decir de expertos, las 835 cuartetas de este, calificado como Romance, son coplas, pero los poemas por más sublimes que sean, se formalizan por realidades y aquí hay tres que destacaré: la llegada de un joven chino de 17 años procedente de Cantón a La Colorada, famoso mineral de oro y plata -oro de ley dicen los que nacieron ahí para recalcar su pureza-, explotada como la mayoría de nuestras minas por extranjeros y que creó un boom de pobladores, expresiones culturales y un entorno popular pocas veces visto en Sonora; los hechos que determinaron el meollo central de la historia, el éxito del joven como comerciante, su asentamiento social entre familias de apellidos conocidos en ese estado, su generosidad para integrarse, con los pasos comunes de matrimonio, hijos y convivencia y la debacle posterior, con los sucesos políticos que causaron su declive con la vergonzosa campaña antichina, la expulsión a otro entorno igual de complejo – la capital Hermosillo-, y su periplo ocupacional hasta el final de sus días en junio de 1965. Todo dicho en versos, acuciosos e informadores, en cuartetas que en su mayor parte son de gran excelencia y que no desmerecen ante obras similares ya famosas.
¿Cómo justifica la historia, la vergonzosa y racista campaña antichina?
Mucho se ha escrito y hablado, a posteriori por desgracia, de la campaña antichina que convulsionó parte del norte del país, Sonora y Sinaloa sobre todo, en las tres décadas que siguieron al movimiento revolucionario. Una campaña solo entendible por el acendrado chovinismo, el mestizaje defensivo y el odio a lo extraño. Pero en el fondo había cuestiones materiales que se exhibían en el saqueo, el robo y el aprovechamiento de las riquezas que habían hecho los migrantes chinos. Hubo matanzas, persecuciones, expulsiones inhumanas, avaladas por los gobiernos que encabezaron Álvaro Obregón y Plutarco Elías Calles. Se ha exigido ya al gobierno mexicano una disculpa pública a la República Popular China, que no se ha dado. Ernesto Fonllén Chang fue una de las víctimas y su hijo Roberto lo consigna como una agresión atroz, incomprensible para gente sencilla. “De todo lo que sufrió con la campaña antichina, cuya irracional crueldad fue la causa de su ruina”. El nombre completo de Canto al amor (Errebé 2006, Hermosillo, Sonora) es “a la fe, y a la esperanza; a la superación, al honor, la tolerancia; el trabajo, la amistad y la perseverancia”. Solo Daniel Defoe ha puesto un título más largo en el original de su novela Moll Flanders, casi 60 palabras. Libro bello con caracteres chinos en su portada y un impresionante mapa en su contraportada, ha sido presentado con buena crítica de poetas, escritores y cronistas, el poeta toledano Jesús Herrera Peña, entre ellos. Se complementa con poemas vinculados, de Peza, Darío, Martí, Nervo, Guillén y otros destacados poetas, así como con el tratado internacional Amistad, Comercio y Navegación México-China de 1899, que avalaba la migración china. Al final exhibe fotografías de la familia Fonllém, cuyos miembros actuales radicados en Sonora, enriquecen con su presencia el entorno cultural y profesional de ese estado. Así comienza el Romance:
Cumpliendo con la encomienda
que mi padre me confió
hoy plasmo, con mucho gusto
lo que en vida me contó.
De aquella tierra ancestral
en cuyo suelo nació
y de la patria adoptiva
que lo naturalizó.
*Texto publicado el 14 de agosto de 2018.