Libros de ayer y hoy/Teresa Gil
Empujado tal vez por intereses, el presidente del Instituto Nacional Electoral (INE), Lorenzo Córdova, impulsó uno de los boicot más acentuados que se han dado en el país. Personaje menor, miembro de la burocracia nombrada por dedo, el señor Córdova se trepó en una ansia de poder, que lo ha llevado a querer ponerse al nivel con el presidente del país. Pertrechado en un reducto donde gana millones al año en contra de la etapa restrictiva que vive el país, maniobró la consulta popular desde muchas vertientes. Primero se opuso a que se realizara el voto de esa consulta en las pasadas elecciones porque podían generarse muchos votos coincidentes con los de Morena. Después, quejumbroso, dijo que no había dinero suficiente, lo que lo llevó a justificar la disminución drástica de las mesas de votación. A lo largo de la campaña por la consulta se abstuvo en propaganda y fue hasta el final cuando declaró que dicha consulta ya era todo un éxito tal vez porque la evaluaba desde sus propios intereses y los de sus cercanos. Y todavía prohibió la publicidad en medios que publicaban datos sobre los anteriores regímenes, medios que estuvieron llamando a votar como La Jornada, situación que se demostró que no estaba prohibida. A la par que el INE cometía acciones para minimizar al máximo la consulta, los medios opositores aliados a los intereses de Córdova, cerraron su información. Daba risa ver el encabezado del Reforma el primero de agosto, en tanto La Jornada utilizaba toda su plana para llamar a votar.
Acciones en contra de mandato constitucional, se sancionan fuerte
La consulta popular estuvo formalmente legalizada, de acuerdo a la norma constitucional. Fue apoyada por los tres poderes y la Suprema Corte redactó una pregunta que aunque cuestionada, pasó con toda la legalidad en su publicación. La demanda de esa consulta se basó en firmas debidamente cubiertas por ciudadanos que la entregaron a la cámara de diputados. Era pues, un acto plenamente constitucional que merecía todo el apoyo de los funcionarios públicos y sobre todo de los organismos que deberían encargase de su organización, como el INE. El boicot permanente se percibió siempre y fue plenamente mencionado en medios. Todavía el día de la votación, algunos medios recalcaron la denuncia del presidente AMLO sobre el silencio de los obligados a hacer propaganda y la disminución de mesas.
Paradoja, uno de los sometidos a juicio, puede ser Córdova
Para que el voto de la consulta fuera vinculante, el voto tenia que llegar al 40 por ciento del padrón electoral. No llegó remotamente según los datos que aporta el INE seguidos por la frase ”exitosa” de parte del señor Córdova. Con los señalamientos que se le han hecho está claro que la consulta fue limitada por los obstáculos que le puso el INE. Se ha pedido desde antes juicio político para Cordova y es a partir del articulo 110 constitucional como puede dirimirse esa posibilidad. A reserva de mayor precisión hubo ataques a instituciones democráticas como se considera la consulta popular y con ello, ataques a la libertad de sufragio. Se agrede el artículo 39 constitucional. Las consideraciones y propuestas sobre este juicio podrán ser evaluados por los impulsores de la consulta o cualquier ciudadano que se haya sentido afectado. Por lo pronto, el ejercicio público rindió el fruto de exhibir plenamente a quienes dejaron afectado al país con sus acciones y se dieron a conocer datos concretos de todas esas anomalías. Eso se ganó plenamente, pese al boicot. Datos de vergüenza que se dijeron por ejemplo de Vicente Fox y que le tapan la boca al señor de las tepocatas, que se burló de los resultados. Palo dado ni dios lo quita.