Eliminar autónomos, un autoengaño/Bryan LeBarón
Colorado o naranja, rojo o anaranjado, ¿cuál les gusta?
La Secretaría de Salud incluyó a la Ciudad de México con otras seis entidades, en el semáforo rojo, el extremo negativo de la pandemia, del 9 al 22 de agosto. Pero en un gesto ambiguo que mucho tiene que ver con el efecto de las vacunas en el descenso de fallecidos, la jefa de gobierno Claudia Sheinbaum ha señalado que se actuará como si la ciudad estuviera en el color naranja todo ese tiempo. Esta dicotomía se da, cuando se llama a clases y las medidas del naranja aparecen en muchas funciones. Se refleja en los lugares que tienen inscrito el nombre del semáforo en sus puertas en espera de la fecha, pero su comportamiento sigue siendo igual. Las grandes tiendas de autoservicio, por ejemplo, no han informado de ningún cambio restrictivo. Los dos estados más infectados son Colima y Jalisco, pero el que puede influir en los ingresos es Guerrero, por las restricciones que entrarán en período vacacional. Lo otro es que contribuya a mayor empuje de contagios si la gente no se disciplina en las playas. Pese a las medidas que restringen a las siete entidades en rojo, Nuevo León, Sinaloa, y Nayarit que completan las siete, y ponen también coto a las de color naranja, los llamados a las clases para el 30 de agosto siguen en marcha y desde la presidencia se argumenta la necesidad imperiosa de que los niños no sigan encerrados. Hay detrás opiniones de expertos sobre una condición que puede agravarse.
Países del Reino Unido se dan el lujo de exigir restricciones
El Reino Unido ha sido uno de los más golpeados por la pandemia y de donde han surgido cepas que dan la vuelta al mundo, y que pese a ello, está fijando restricciones a países y regiones, entre ellos México. Fue el grupo de países que más sanciones fijó a los extranjeros que ingresaron con Covid, impuso hasta 10 años de prisión. En la Unión Europea (UE), ya hay países que están aplicando la tercera dosis de vacuna entre ellos Alemania. Ojo avizor de las grandes empresas y laboratorios que triplicarán sus ganancias. Previsora, la propia UE está guardando vacunas para años venideros, consciente de que es difícil que las cepas se estanquen en poco tiempo, y esas medidas se dan cuando hay muchos países cuyas poblaciones ni siquiera tienen la primera dosis. El avance en México es de más de 70 millones de vacunas aplicadas en un universo de 90 millones de vacunas ya en resguardo. Tanto aquí, como en muchos países, la insistencia es para que se vacunen los que se han negado a hacerlo. Es uno de los obstáculos que más puede lacerar.
Naranja en decisiones, pero rojo como una ronda de rubíes
¿Estaremos colorados como mi linda tierra La Colorada en Sonora, en donde nací? Hay preguntas sobre el por qué el colorado es rojo y la explicación es que la palabra deriva del latín coloratus que se refiere a un color encendido que tiende al rojo. De ese color son los rubíes y así era el collar perdido en la novela cubana La ronda de los rubíes (Editorial Letras Cubanas, la Habana 1983), breve narración famosa porque fijó la postura política y literaria de la novela policíaca en la isla. Fincada en un género que no tenía acomodo en un país que desde sus inicios estaba eliminando toda expresión delictiva, se argumentaba no obstante que los resabios que habían quedado podían producir casos policíacos como el que maneja Armando Cristobal Pérez en su novela. Se parte de que “Todo delito en una sociedad socialista, es manifestación de la lucha de clases”. El misterio que hay que resolver es un robo de joyas entre ellas un collar de rubíes, y en el mismo, el autor, según sus críticos, cumple todos los pasos de la trama policíaca, inspección ocular, peritaje, interrogatorio y demás que la rodea. Al final se descubre quien sustrajo las joyas, después de la presentación de complejos personajes. Y a mí me recordó el desenlace, el de El collar de perlas de Maurice Leblanc, con un niño como personaje definitivo del misterio. Al final los rubíes caen desbrozados del collar, rojos, hermosos, brillantes… ¡colorados!