Anticipando el 2025
Beatles. En el conflicto de los submarinos ¿Qué nos espera?
La UE apoya a Francia y llama a reforzar la soberanía. En el conflicto surgido entre Francia, Estados Unidos, el Reino Unido y Australia en torno a un contrato de compra de submarinos, la idea que aparece es la búsqueda y pertrecho de lo que fue parte crucial en la Segunda Guerra Mundial. La tensión que ha generado no deja lugar a dudas, no obstante el uso diverso que se les pueda dar a esos barcos sumergidos. Rusia, que posee 71 de ellos, tiene además en su poder, el más potente de todos, el Kazán. Estados Unidos que tiene 54, obstaculiza el desarrollo de submarinos en países cercanos, entre ellos Canadá. Y quizá sea por eso que México ha omitido tenerlos en sus zonas de resguardo. De acuerdo a los datos que se refieren a ese instrumento naval, solo en los inicios del conflicto mundial, Alemania había destruido con sus submarinos 3 mil 500 mercantes de los aliados. Es una de las preocupaciones se dice, que no dejaban dormir al férreo inglés que fue Winston Churchill, al que solo le atemorizaban los submarinos que tenía la escuadra alemana. Estos anduvieron contra México y llegaron a hundir varios barcos mexicanos, lo que llevó al presidente Manuel Ávila Camacho a pasar sobre su idea de neutralidad para declarar la guerra y sumarse a los aliados. El famoso, para nosotros, Escuadrón 201, apareció en escena y se sumó a las fuerzas gringas en las últimas etapas del conflicto. No se menciona que México tuviera en esos tiempos submarinos.
¿Resurgen los submarinos, como aquella arma letal Alemana?
Si según John Lennon y Paul McCartney, en la tierra de los submarinos todos vivimos en un submarino amarillo ¿por qué en México la Secretaría de Marina no tiene submarinos? Independientemente de que haya algunos por ahí que se asuman como tales, entre ellos los que maneja Pemex para sus exploraciones, en el turismo en la isla de Cozumel por ejemplo, estos tienen uso turístico, y se hunden más de 30 metros en el mar, para dar al turista una visión que no alcanza desde la superficie. De acuerdo a los datos del 2019, el pertrecho de la Marina, para vigilar la amplia zona continental que tiene México y que desde luego escala la zona económica exclusiva, tiene 268 unidades de superficie y 140 aparatos 75 de ala baja y 65 naval con estado de fuerza de 66 mil 400 elementos, pero ningún submarino. El arma del mar que fue fundamental en un conflicto tan mortífero como la Segunda Guerra mundial, no fue parte del Escuadrón 201 que estuvo integrado por 25 aviones y 30 de los mejores pilotos que tenía México en ese momento. En su participación en la última etapa del conflicto, aliado a Estados Unidos, solo utilizó ĺa fuerza aérea y regresó a México en noviembre de 1945, para ser declarado junto con nuestro país, uno de los aliados triunfadores de la Segunda Guerra Mundial. Estados Unidos había utilizado en sus desplazamientos como aliado, para adjudicarse más tarde el triunfo de la guerra que en realidad ganó la URSS, más de 250 mil jóvenes mexicanos muchos de los cuales murieron, sin que hasta la fecha se les reconozca su gran ofrenda.
El Submarino Amarillo, metáfora de droga, no tuvo esos orígenes
La canción Yellow Submarine compuesta por Paul McCartney y John Lennon en 1966, fue una síntesis de dos canciones señalaron ambos cantantes desde entonces, Y como una especie de justicia retributiva, el beatle que es considerado el menos notable, Ringo Star, fue el que lanzó con su voz, una de las canciones más famosas de ese grupo y vendió discos a granel no solo en su lanzamiento. Es conocida a nivel universal. Cuando se conoció el nombre, la idea era una canción vinculada a las drogas, pero el propio McCartney lo ha repetido varias veces y se consigna en libros, que se refiere el recuerdo de unos dulces que había comido en Grecia cuando niño. Un pequeño mexicano se acordaría igualmente de los submarinos con el pastelito Marinela que tanto dulce aporta a la infancia. La película que se inspiró en la canción en 1968 dirigida por George Donning, en imágenes, estereotipó más la canción, que en realidad llama a ser felices, en un mundo en el que todos estamos encerrados en un submarino amarillo y en el que debes ir a todo vapor. Quizá si estos jóvenes hubieran conocido las forma terrible en la que vivían lo soldados en los centenares de submarinos que cruzaron los mares durante la guerra, hubieran buscado otro medio de transporte. El submarino amarillo se menciona en los muchos libros que se han escrito sobre los Beatles. Uno de ellos de este milenio, El pequeño libro de los Beatles de Bill Harry (Editorial Norma 2002).