Eliminar autónomos, un autoengaño/Bryan LeBarón
Wilde y García Lorca, baluartes de diversidad
Reacción muy importante es la de un buen número de embajadas en México, que ofrecen respeto y respaldan los derechos humanos de la comunidad LGBT. Estos espacios se abren cuando contradictoriamente se producen en el mundo circunstancias que cierran el paso a otros derechos fundamentales como el derecho al cuerpo de las mujeres. La decisión de la Suprema Corte de Estados Unidos (veáse que no usé “de justicia”) de cancelar el derecho al aborto es un retroceso cavernario. Se acomoda esa decisión para exponer lo que es ese alto cuerpo legislativo con su decisión casi al mismo tiempo, de negar la limitación a las armas de fuego. Dos situaciones que la señalan de cuerpo entero. Volviendo al tema LGBT, en el caso de México y países latinoamericanos, la apertura a dichos ciudadanos solo se opone al ultraderechismo que nos amenaza y que engloba ese mismo problema como parte de sus luchas en contra. Las agresiones contra ese sector, vienen de medios cerrados, que en el mismo caso del aborto quieren definir a través de leyes, represión y persecución, lo que deben hacer los demás.
Reforzar derechos frente a persecución, discriminación y muerte
Si hace 30 años la propia ONU, a través de sus Organización Mundial de la Salud consideraba la homosexualidad como una enfermedad, es difícil que en estas décadas una vieja sociedad como la del mundo pueda entender el tema gay. Todavía se habla de once países que aplican la pena de muerte y cerca de 70 de la propia ONU que aplican leyes restrictivas. La ignorancia, el conservadurismo y el odio son parte de esas conductas. La apertura es lenta pero ya se extiende a muchas partes. Hay informes a menudo sobre países que levantan los castigos y se suman a una lucha universal por los derechos humanos de las personas gay, lesbianas, bisexuales y trans. En México con un machismo exacerbado, los crímenes de odio son comunes, solo en 2019 se mencionó la cifra de 117 asesinados. Y los datos han seguido. Es un problema que no solo agrede a la sociedad, sino que expone la separación en los derechos humanos pese a que se busca que estén definidos en leyes. Se nota en algunos estados por ejemplos, en los que no se ha aceptado el matrimonio de personas del mismo sexo.
Wilde y García Lorca, grandes talentos asesinados por los prejuicios
Dos grandes talentos cuya diversidad sexual es conocida, son Oscar Wilde y Federico García Lorca. A ellos se suman centenares de los grandes ingenios que ha producido la humanidad. La muerte de Oscar Wilde, sobrevenida poco después de dejar la cárcel en suelo inglés, fue resultado de esos dos años en los que pasó encerrado víctima de la hipocresía y los prejuicios de la sociedad inglesa. Esos dos años expresados en De profundis (Ediciones de ensayo Siruela 2010) fueron determinantes para su muerte temprana a los 46 años. Federico fue víctima asimismo de sus preferencias ante una dictadura asesina, la de Francisco Franco, que exponía sus instintos criminales desde muchas perspectivas. Una muerte, además, ahora que se han buscado sus restos, que no queda clara, porque esos restos no están donde deberían de estar. Federico tenía 38 años. Esos dos ejemplos exponen a un sector de la humanidad ávido de odio hacia quienes manifiestan una forma diferente de vida, pero quizá, además, hay un odio ante su gran talento que se expresaba de muchas maneras y cuya plenitud solo podía eliminarse a través de la muerte inducida o directa. Su grandeza apabulla a sus asesinos, que la historia suele señalar constantemente.
El corazón de ambos, es una mariposa.