Descomplicado
Tan lejos de dios ¿y el peor vecino del mundo?
La vecindad, es esa cercanía que nos es impuesta y que se convierte en muchos casos en un lastre para nuestra vida. Es uno de los aportes de la convivencia masiva, más con la irrupción del condominio, con millones de clase media y proletaria que tuvimos que apechugar nuestra existencia e incorporar en el diario vivir al vecino incómodo. En broma suele usarse la frase Pobre México tan lejos de dios y tan cerca de Estados Unidos, que se le atribuye a Porfirio Díaz. Es una frase que compite en su eficacia con la que se atribuye a Álvaro Obregón: Nadie aguanta un cañonazo de 50 mil pesos, aplicada en los últimos tiempos a cierto sector de juzgadores. Ya se ha dicho que la primera fue desmentida por el escritor Nemesio García Naranjo, allá en los años sesenta del siglo pasado, porque la consideraba una frase de mucha sutileza y como viejo porfirista que había sido, no vio nunca en el dictador tal sutileza. Sea cierto o no, la frase tiene mucho de verdad por todo lo que hemos sufrido por la cercanía norteña y la forma de que pese a haber ascendido a socio igualitario seguimos siendo tratados en muchos casos como el patio trasero. AMLO no obstante modificó la frase y la dejó de esta manera: Bendito México, tan cerca de dios y no tan lejos de Estados Unidos.
LOS TRES DUEÑOS DEL T-MEC Y LA CLAN, FRENTE A FRENTE EN MÉXICO
Nunca he entendido por qué las agencias de prensa internacionales suelen usar mucho el término altas investiduras. El uso debe darle coraje a la oposición que considera al señor Peje un chairo, un auténtico proletario advenedizo. No se sabe qué pensarán del canadiense Justin Trudeau, a quien las malas lenguas le ven mucho parecido con Fidel Castro. Y lo que se dice del señor Joe Biden y sus negocios a través de su hijo en Ucrania. Chismes aparte, el caso es que aquí se verán en Mexicalpan, situación que permitirá a Biden visitar en la Basílica a la Virgen de Guadalupe de la que es ferviente devoto. Trudeau permanecerá más tiempo, pero Biden tiene el propósito de visitar la frontera, cosa que le abrirá los ojos sobre la víctima que es México, por culpa de su país; sin deberla ni temerla, dado que las condiciones de los migrantes de otros países no fueron creadas por nuestro país. Tenemos que cargar el problema que pese a nuestra solidaridad se ha desbocado. Esa es la vecindad que tenemos. Será uno de los principales problemas que se tratará en la Cumbre de Líderes de América del Norte (CLAN) los días del 9 al once de este mes. Junto con esa propuesta del presidente mexicano, de buscar la integración total de América, pero en igualdad de condiciones respetando la soberanía de cada país.
EL PEOR VECINO DEL MUNDO CON UN TOM HANKS QUE RECUERDA A SCROOGE
Algunos directores de cine, en este caso Marc Forster, suelen buscar las fechas adecuadas para estrenar un filme. En esta ocasión en la que se pretende destacar la fraternidad de los seres humanos, la bondad y generosidad, su filme reciente, El peor vecino del mundo, se estrenó a la salida de diciembre. Curiosamente, Charles Dickens dio a conocer su famoso Cuento de navidad, en diciembre de 1843. La película de Forster en la que el protagonista es Tom Hanks, ha tenido diversas opiniones, una de ellas que es similar a su antecesora, la sueca, A man Called Ove, de 2016. Se considera un filme entretenido basado en el best seller de Fredrik Backma (Librerías Gandhi, agotado). Por la temática y la intención que se adivina, aunque no se menciona en la crítica, está la presencia de Dickens, porque esa intención quiere precisamente dar con una transformación que convencionalmente unifique a los seres humanos. Ebenezar Scrooge el viejo y malhumorado personaje, como el que hace Hanks se transforma después de ese viaje de ficción que le aplica su autor, con los fantasmas de navidad. Filmes para pasar el rato, reflexionar en la amistad y portarse buena gente en las fechas de diciembre. La llegada de enero con su inhumana cuesta y lo que nos espera durante el año, podrá transformar nuestro ensueño, pero mientras, podemos vivir la historia que ahora tenemos enfrente: que nuestro vecino cercano, en efecto, suele estar más cerca que nuestros dioses. Aunque AMLO diga lo contrario.