Ráfaga/Jorge Herrera Valenzuela
¡FUI CLONADA, fui clonado!, dicho miles de veces, ¿Y la ley?
FUI CLONADA. Lo delitos cibernéticos han aumentado en el mundo sin que haya una legislación internacional y las respectivas nacionales que tengan el alcance de un criminal que escondido en el anonimato, puede cometer infinidad de delitos como robo, fraude, chantaje, falsificación, robo de identidad y la malversación de valores públicos. El robo de identidad en las redes ha aumentado en los últimos tiempos, apoderándose de los perfiles de los usuarios que transitan por esas redes. Lo fundamental es reforzar la seguridad y denunciar en caso de un ataque, eso sostienen los que han analizado el problema, pero las leyes siguen siendo igual de lentas para tipificar esa conducta en primer lugar porque las redes que la provocan son internacionales y en los países andan como Pedro por su casa. Hay iniciativas que incluyen los delitos cibernéticos y el robo de identidad es uno más, pero fuera de algunas leyes que en general tipifican la ciberseguridad, México no está al día en cubrir todos los espacios. El problema ha tenido que ver en los últimos años con el aumento de usuarios. Ya desde 2016 en Estados Unidos se mencionaba la cifra de 15.4 millones de personas afectadas por alguno de esos delitos. Y en Reino Unidos sumaban en 13 años, 173 mil casos de identidad robada. Periódicamente se discute en las redes y medios escritos, como enfrentar el problema pero las cosas ahí quedan. Escudados en esa oscuridad prácticamente en la impunidad, los delincuentes cibernéticos pueden seguir por largo tiempo con la identidad robada, cuando les reporta buenas ganancias.
LA CLONACIÓN EN LAS REDES SE DEBE A LA POCA SEGURIDAD
Como miles de personas que han sido sometidas a ese delito cibernético, me enteré que fui clonada por el mensaje de un hijo que me preguntó por esa letra s, que aparecía entre mi nombre y el apellido. Le hice una broma y lo olvidé, pero cuando un amigo de FB me preguntó si había cambiado el perfil en esa red, me llamó la atención y le planteé el problema a una experta. Ella se metió a la red para después hacer una denuncia, colocar un aviso de urgencia a los usuarios y después les envió el informe a los que ya habían entrado a la identidad clonada. Esta ya era un nuevo espacio que había sido abierto. De entrada lo hizo con 30 a los que les informó, pero en general se está informando a los que surjan. La red, muy girita, se deslinda de las responsabilidades de la denuncia y responde solo cuando los usuarios afectados se suman a la denuncia y expresan repulsa al perfil falso. Como protección la red debería cancelar temporalmente el perfil denunciado, mientras se esperan un tiempo los rechazos. Podía entenderse de cierta manera su actitud, porque hay usuarios que tienen muchos perfiles, cosa que la red permite. Mientras veía mi problema y lo denunciábamos, descubrí una usuaria que tiene seis perfiles registrados con mínimo de usuarios.
PARA LA ONU LO IMPORTANTE EN LAS REDES ES VIGILAR LA SEGURIDAD
México abundó en delitos cibernéticos durante la pandemia por el uso indiscriminado que se hizo de las redes. Pero en tanto su posición seguía estando baja en el concierto de las naciones en las que ocupaba en ciberseguridad el número 63 de 175. En otros estratos ocupa el 28 de 193, en la misma ciberseguridad. La Organización de las Naciones Unidas (ONU), sostiene que lo que se debe vigilar en las redes es la seguridad. Pero es difícil que se logre cuando las propias redes imponen condiciones difíciles de cumplir, como un número de denunciantes en torno a un problema. Más cuando las redes como FB por ejemplo, solo dan cabida a unos cuantos navegantes aunque el del perfil tenga miles. La ONU señala primordialmente tres aspectos en los delitos cibernéticos: los que se producen por manipulación de las computadoras, los de entrada cuando el delincuente le cambia los datos y las modificaciones totales de esos programas o datos. Aparte están los robos de identidad. Las iniciativas que se ha analizado en México privilegian sobre todo lo relativo al hackeo respecto al cual las instancias públicas han sido muy golpeadas, incluso el mismo ejército. Pero tratándose de robo de identidad que puede ser objeto de muchos delitos, hay artículos que pueden ser aplicados de los códigos penales, aunque no necesariamente que esos robos sean digitales. En esos casos se debe llamar al 088 para denunciar el hecho o en otros casos similares acudir a la Condusef.