En tiempos difíciles recordemos que antes de ser migrante se es persona
ARTHUR RIMBAUD y la niñez en primer término
En el mes de la niñez, que desemboca en un 30 de abril de fiesta infantil, los avances en ese sector de mexicanos que configura el futuro de México, tienen siempre sus divergencias. Una de ellas está en el programa educativo. Pero hay otros aspectos que se dejan de lado en una infancia y adolescencia que rebasa los 38. 2 millones de cero al 17 años y que en algún trecho, en algún momento ha sido utilizada. El uso faccioso de niños para promoción política y en programas públicos de medios electrónicos, viola el capítulo sobre el derecho a la intimidad y está en la Ley General de los Derechos de niñas, niños y adolescentes –artículos del 76 al 81–, y por lo tanto debe aplicarse un castigo. A menudo, sobre todo en épocas electorales se exhiben promocionales, en donde personajes públicos se acompañan de menores y aparecen cargando niños que dan la cara. Todo bajo un tinglado demagógico, si se parte de que pese al esfuerzo, no ha podido eliminarse el bullying, la pobreza, y aún hay niños en situación de calle, trabajo infantil y trata en menores de edad. Habría que ampliar la situación utilitaria, al uso de indígenas, jóvenes y personas de la tercera edad o con discapacidad, con fines de promoción en los que las personas utilizadas jamás están sometidas a consentimiento.
TODA PARTICIPACIÓN DE MENORES DEBE DE SER REGULADA, SEGÚN UNICEF
Se ha hecho común que los políticos se exhiban con gente del pueblo para aparentar una presunta aceptación. Esas campañas de promoción se concentran en personas que atraen la sensibilidad pública, como es el caso de niños sonrientes, indígenas vestidas a la usanza de sus regiones y viejos abrazando a un funcionario, para agradecer, quizá, una dádiva. El Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF) considera que el uso de niños para promoción política o en trato comercial, dado que se exhibe su imagen, debe plantear una situación jurídica al respecto. Lo mismo pasa en anuncios mercantiles de modelaje, actuaciones en series o programas de televisión, situación poco revisada en todos los países, por los organismos encargados de proteger a la niñez y las autoridades que menciona la ley del organismo señalado arriba. En México, ¿Donde está la Suprema Corte que salió muy girita allá con EPN, a apoyar la llamada reforma educativa de esa época, según ella por el “interés superior de la niñez?”, y ahora anda desbaratando leyes que son para proteger al pueblo con su alcance necesario a los menores. En relación a la infancia se hace la omisa.
ARTHUR RIMBAUD DE NIÑO ESCRITOR Y POETA, AL BARDO NACIONAL DE FRANCIA
Ocho años tenía el poeta nacional de Francia Arthur Rimbaud cuando empezó a escribir sus poemas en prosa. Pero fue entre los 16 y los 19, cuando concluyó su obra monumental encuadrada por algunos dentro del surrealismo, que todavía asombra al que la lee. Si viviera aún, escribiría de nuevo Una temporada en el infierno (Editorial Tomo S.A. de C.V. 2003) al comprobar cómo vive la niñez en el mundo, millones en la pobreza, víctimas de la guerra y en algunos países como Estados Unidos expuestos a diario en el uso de las armas. La lucha actual por un cambio es difícil, más con el atraso que en muchos sentidos dejó la pandemia. Joven superdotado, Rimbaud tuvo una vida libre pese a ser de origen burgués y sus experiencias quizá hermanan a muchos niños y jóvenes mexicanos que han sido de todo para sobrevivir. En su adolescencia y juventud, “escribió poesías en Bruselas, dio clases de inglés en Londres, fue maestro ayudante en un colegio de Escocia, preceptor en Stuttgart, descargador de coches en el puerto de Marsella, actor en un circo en Dinamarca y Suecia, empleado en una empresa en Chipre…”, además de su basta obra literaria. Casos extraordinarios se dan seguido y hay que reconocer. Como los de Rimbaud se dan en cualquier país y México no es la excepción. Recuerdo a un joven mexicano el físico, Yair Israel Piña, que fue admitido en la NASA como investigador a sus 20 años, por su descubrimiento de un dispositivo radiactivo cuando estaba en la prepa. Riqueza que no ven los políticos cuando usan a los niños solo para sus promociones personales. Rimbaud murió de cáncer en la rodilla a la temprana edad de 37 años y el próximo 20 de octubre se cumplen 169 años de su nacimiento, en 1854). Dicen que para entonces ya era muy rico, pero nada se compara con lo que dejó en sus libros, además del mencionado que contiene también Iluminaciones, están Cartas, Relicario, El barco ebrio, entre muchos. La magia del genio. Y se acordó de nosotros el gran poeta en su texto Infancia. Va solo una frase: “…más noble que la fábula mexicana…”