El concierto del músico/Rodrigo Aridjis
El Kennedy malora, migrantes a granel y ley contra México
El enorme conflicto generado por Estados Unidos con la cancelación del título 42, provoca dos reacciones tardías. Una, de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) que reconoce que aquel país agrede los derechos de los refugiados y ahora lo impele a aplicar nuevas medidas que mitiguen en algo el problema. Y la de los gobiernos expulsores del Caribe que ahora si, decenas de años después, señalan que hay que analizar las causas de tanta movilidad de migrantes. Casos ambos abusivos, por no poner que agresivos, porque la situación tiene mucho tiempo y en la explosión actual masiva, ambas situaciones tienen mucho de culpa. La primera por no haber fijado límites a Estados Unidos y tener contubernio descarado con ese país del norte al que ha tolerado todo tipo de cosas, el caso del gas invernadero por ejemplo y su postura en el asunto de Ucrania exacerbando en el mundo el envío de armas, y más. Y los gobiernos del Caribe, por su aval a las políticas del país del norte, ejerciendo una actitud de pasividad mientras el problema crecía en sus interiores y la explosión de migrantes se dirigía por México, que como hemos dicho muchas veces, ha sido la principal víctima. Ahora resulta que estos últimos países reunidos en la Asociación de Estados del Caribe, 25 de ellos le echan la culpa al problema climático, sin reconocer su inoperancia en el desarrollo de sus países. Ahora es la estructura legal gringa la que decidirá cual será la función mexicana en este episodio de los migrantes, con el envío de mil de ellos diarios, como si nosotros no tuviéramos problemas y no fuéramos como lo repite AMLO, un país soberano.
LA LUCHA ELECTORAL EXACERBA A REPUBLICANOS Y MÉXICO ES EL PAGANO
Como siempre suele suceder, en los momentos climáticos con Estados Unidos, México termina siendo el que paga. Además del problema migrante en el que el pato lo solventa la ciudadanía mexicana de las fronteras, en los últimos tiempos los republicanos insisten en invadir nuestro país para enfrentar al crimen organizado. Sin analizar, mucho menos profundizar, que ese crimen que se nutre de las armas que les vende el norte, se debe en buena parte a la demanda de drogas de Estados Unidos. Ahora ante la aprobación de la Ley de seguridad fronteriza 2023, por la Cámara de Representantes, todo parece indicar que México es el destinatario principal, ante las obviedades de esa norma que aún irá al Senado. Hay estupidez y abuso en ese proyecto que pone contra la pared a México obligando a recibir a fuerzas a los migrantes expulsados y detener ellos mismos incluso a niños migrantes. Y lo que viene ocurriendo desde hace meses, declarar terroristas a los cárteles mexicanos con la intención de poder invadir a México a su antojo para enfrentarlos. Es una ley que viola el derecho internacional de la soberanía de los países y sobre el que, por cierto, la ONU no ha dicho nada. En ese tinglado, salen los senadores ultraderechistas que en su radicalismo quisieran destruir a su país vecino; uno de ellos, es el senador John Neely Kennedy
EL KENNEDY MALORA, LOS GATOS, SU AGRESIÓN A MÉXICO Y LA CARTA
El republicano John Neely Kennedy, resalta su apellido que nada tiene que ver con los Kennedy tradicionales, con una finalidad electoral. Lo está urdiendo quizá, para disminuir la posible elevación del demócrata Robert Kennedy Jr como candidato a la presidencia y de paso le da un golpe a México. El periódico en línea Huffigton Post no le quiso decir directamente al senador republicano por Louisiana, que es un corriente y vulgar y usó eufemismos muy elegantes. El referirse “a sus experiencias campechanas”, donde “la jerga y el procedimiento arcaico tienden a reinar”, el medio estadounidense le está diciendo que es un tipo corriente pasado de moda hasta en sus bromas cotidianas. Un tipo que actúa con las “tripas” como le señaló en su carta de exigencia de disculpa a nuestro país, el embajador mexicano en el país del norte, Esteban Moctezuma. Como ya es público y ha sido muy comentado, el legislador gringo aparte de sumarse a todos los designios contra México, señaló que sin Estados Unidos, “México hablando figuradamente, estaría comiendo comida para gatos de una lata y viviendo en una carpa en un traspatio”. La ofensa inaceptable fue respondida por el presidente AMLO, al señalar que sin México el país del norte no funcionaría. Y por su parte, el embajador Moctezuma envió una misiva en la que critica las ligerezas del senador y exige una disculpa. Pero señala que “por el nivel moral de sus palabras, no esperamos reconsideración de su parte”. Los medios mexicanos se han dado vuelo carcajeándose del robusto, por no decir gordo, senador Nelly Kennedy.