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CIUDAD DE MÉXICO, 9 de junio de 2025.- En 2025 se estima que la cantidad de sargazo tenga un incremento de 40 por ciento, razón por la cual se espera un verano complicado en las costas de Quintana Roo, alertó la académica del Centro Regional de Investigaciones Multidisciplinarias de la UNAM, Leticia Durand Smith.
En el Seminario Interinstitucional Entramados Naturaleza, Cultura y Sociedad, del Centro Peninsular en Humanidades y Ciencias Sociales, con sede en Mérida, Yucatán, se estima que para limpiar un kilómetro de playa puede significar más de un millón de dólares al año y 30 por ciento del volumen que se retira es arena, lo que incrementa el proceso de erosión.
Perturba la vida de las personas y de otros organismos; reta la capacidad de control de las instituciones y cuestiona el futuro de la región. Y, al mismo tiempo, representa ámbitos de negocio y sostiene una industria creciente de nuevos productos y servicios, de manera que su presencia no puede ser ignorada, ocultada ni controlada, dijo.
Cuando esas macroalgas arriban en forma masiva a las costas, detalló, su papel ecológico se transforma radicalmente; mueren y se pudren en cuestión de días y forman un lodo que se ha denominado “marea marrón”, que reduce drásticamente la penetración de la luz solar y los niveles de oxígeno en el agua.
Se trata de un aporte de toneladas de materia orgánica a las aguas del Mar Caribe, y el que se descompone y se seca en la playa libera gases tóxicos como sulfuro de hidrógeno y amoniaco, que pueden causar complicaciones en diversos organismos, indicó.
La “marea marrón” afecta a los pastos marinos, esenciales para mantener la claridad del agua y la estabilidad de los sedimentos.
En Puerto Morelos, por ejemplo, se ha estimado que, en momentos de demasiada acumulación de sargazo, la materia orgánica disuelta se incrementa hasta 35 veces, la luminosidad se reduce 30 y el oxígeno disuelto disminuye 50 por ciento con consecuencias graves para los arrecifes coralinos que, en 2016, sufrieron una mortalidad de 27 por ciento agravando su deterioro previo causado por el desarrollo urbano y el turismo, apuntó.
El fenómeno impacta de diversas maneras, puntualizó Durand Smith: las tortugas marinas enfrentan obstáculos físicos para anidar y eclosionar sus huevos. Además, se ha registrado incremento de la prevalencia de fibropapilomatosis, padecimiento que les provoca tumores en la piel: mientras en 2008 había 1.6 por ciento de casos en las de Akumal, para 2018 el porcentaje se incrementó al 54 por ciento.