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MORELIA, Mich., 18 de agosto de 2016.- Evelia Lisset Rangel Gutiérrez es una normalista de 10 en sus calificaciones, una moreliana de mirada larga por el título que le puso a su primer libro: Una mirada hacia el futuro, pero hoy está internada en el Centro de Readaptación Social David Franco Rodríguez, acusada de haber prendido fuego a una camioneta repartidora de productos Sonrics. Juana Evelia Mejía Soto es su abuela y asegura que su nieta es inocente, ya que, afirma, no participaba en marchas o plantones, menos en el incendio de una camioneta, pese a que sus compañeros la criticaban por eso y de fresita no la bajaban.
Por eso este jueves fue al Palacio Legislativo de la capital michoacana a buscar diputados que la ayuden a defender a Evelia Lisset y tuvo suerte porque se encontró con los dos legisladores que detentan el poder, el presidente de la Mesa Directiva, Raymundo Arreola Ortega y el presidente de la Junta de Coordinación Política, Pascual Sigala. En dos momentos diferentes, a cada uno de ellos, la mujer les pidió su intervención ante el procurador, José Martín Godoy Castro, para que investigue a su nieta y si le encuentra algo pues que la castigue, pero si es inocente que no le destruya la vida.
“El pecado de ella es estar estudiando en una escuela pública, el no tener para pagar una escuela particular; yo entiendo cómo está nuestra ciudad, que hay mucho problema y que todos nos enfrascamos y decimos son normalistas; mi niña, su pecado es ser normalista porque ayer en la audiencia así lo dijo una persona, es normalista, pero no todos los normalistas son malos es, como decimos, no todos los michoacanos somos narcos, habemos buenos, malos y regulares”.
De acuerdo con la versión de la abuela, Evelia Lisset fue detenida el pasado lunes, poco antes de las 16 horas, en una transitada avenida de Morelia y lo único que llevaba era su teléfono celular y su computadora porque ese día iniciaron las clases.
La señora cuenta que Evelia Lisset salió de la Escuela Normal Superior con dos compañeros e iban caminando cuando se les acercó un motociclista y algo les preguntó y más adelante los paro un carro negro con vidrios polarizados y les ordenaron que se subieran por lo que pensaron que intentaban robarlas.
Sin embargo llegó una patrulla y les dijeron que si no se subían, las subían, por lo que la joven le habló a su papá para decirle lo que estaba pasando y él dijo que obedeciera porque si no la iban a golpear, pero que preguntara a dónde la llevaban y le dijeron que a la Procuraduría. Así fue y ahí la tuvieron hasta el miércoles en que, junto con otros normalistas, fue trasladada al Cereso de Charo, indicó en entrevista la mujer.
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