Presenta Ramírez de la O presupuesto de egresos; van 6.5 billones a metas
CIUDAD de MÉXICO ,. 20 de diciembre de 2016.- En su más reciente edición , la influyente revista especializada en finanzas y economía, Expansión, develó el mito en torno a Infraiber, la empresa que lleva casi dos años acusando de corrupción al Gobierno Federal, al Gobierno del Estado de México y a la empresa española OHL.
De acuerdo al reporte de Expansión, Tecnología Aplicada Infraiber S.A. de C.V. es una compañía propiedad del conglomerado Viabilis, del empresario Pedro Topete Vargas, que hoy en día solo hace dos cosas: “litigar y publicar desplegados contra OHL”.
La revista destaca que la compañía nació a la vida jurídica en 2011, apenas tres meses antes de recibir sin una licitación previa, el único contrato que ha tenido, que consistía en medir el aforo vehicular de las autopistas concesionadas en el Estado de México.
A los pocos meses de que el contrato entrara en vigor, ya en el gobierno de Eruviel Avila, el Estado de México lo revocó “argumentando la falta de experiencia y un cobro excesivo de 50 centavos por cada vehículo, cuando otras firmas cobran menos de 20”.
Expone el reportaje que “Infraiber culpa a OHL de no permitirle operar, aunque (Paulo) Diez (vocero de la empresa) reconoce que no habían comprado las antenas ni los sistemas de medición”.
La revista subraya que ahí comenzó el pleito legal de Infraiber, primero culpando a la empresa OHL de no dejar instalar sus equipos de medición, y luego acusándola de diversos ilícitos de corrupción a través de desplegados, filtración de grabaciones telefónicas obtenidas mediante espionaje y entrevistas, así como conferencias de prensa.
El nombre de Infraiber aparece con frecuencia en los medios, destaca Expansión pero “como empresa, nunca llegó a tener actividades”.
Para la prestigiada publicación, Infraiber nunca instaló sus servicios y por eso también fue que le rescindieron el contrato, y destaca que a pesar de que mediáticamente aparece como una empresa “desplazada” por OHL (Paulo Diez llegó a decir en medios que la compañía española se negaba a ser auditada) no se le conoce ningún otro contrato de verificación vehicular porque nació para el contrato específico, que finalmente le revocaron.
Cabe señalar que la campaña mediática de Infraiber contra OHL ha propiciado que la compañía ibérica demandara a los dueños y socios de la primera, por diversos delitos, desde daño moral hasta espionaje e incluso, extorsión. Pedro Topete, el dueño de la compañía acusada, tiene además investigaciones por lavado de dinero y defraudación fiscal en la PGR.