
Ofrece Marco Rubio al Papa León XIV profundizar relación EU-Santa Sede
CIUDAD DE MÉXICO, 9 de mayo de 2025.- A la mañana siguiente de ser elegido el 267 Pedro Apóstol Primero de los Apóstoles (Papa), el Papa León XIV celebró la Misa con los Cardenales electores en la Capilla Sixtina, a quienes dijo que están llamados a dar testimonio de fe.
Donde falta la fe, la vida pierde sentido. Estamos llamados a dar testimonio de nuestra gozosa fe en Cristo Salvador…»
De acuerdo con una publicación de Vatican News, el Papa León XIV ofreció este sentido recordatorio durante su primera Misa como Papa, este viernes 9 de mayo de 2025, con los Cardenales electores y otros cardenales presentes en Roma, en la Capilla Sixtina.
En su homilía, el nuevo Papa instó a cultivar cada vez más una relación personal con Cristo e insistió en que, sin fe, la vida carece de sentido.
Sin embargo, el nuevo Papa, nacido en Estados Unidos, comenzó con unas palabras en inglés, en las que agradeció a los Cardenales electores su confianza en él.
Quiero repetir las palabras del Salmo Responsorial: ‘Cantaré un cántico nuevo al Señor, porque ha hecho maravillas’, y no solo conmigo, sino con todos nosotros.
Animó a sus hermanos cardenales, al celebrar la mañana.
Los invito a reflexionar sobre las maravillas que el Señor ha obrado, las bendiciones que el Señor continúa derramando sobre todos nosotros a través del ministerio de Pedro.
Me han llamado a llevar esa cruz y a llevar a cabo esa misión, y sé que puedo contar con todos y cada uno de ustedes para que caminen conmigo, mientras continuamos como Iglesia, como comunidad de amigos de Jesús, como creyentes, anunciando la Buena Nueva, anunciando el Evangelio», dijo.
Luego les dijo que Cristo les mostró la santidad humana.
La homilía del Papa León, que pronunció en italiano, se centró en San Pedro, el primer Papa, recordando sus palabras en el Evangelio según San Mateo.
Tú eres el Cristo, el Hijo de Dios vivo», para ilustrar ese patrimonio, hecho posible por la fe perseverante en el Señor, «que la Iglesia, mediante la sucesión apostólica, ha preservado, profundizado y transmitido durante dos mil años».