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CIUDAD DE MÉXICO, 28 de mayo de 2025.- Las vacunas cumplen su función si se aplican correctamente, por eso es fundamental mantener los cuadros completos y atender las necesidades de refuerzo a lo largo de nuestra existencia, dijo el coordinador académico del Programa Universitario de Investigación sobre Riesgos Epidemiológicos y Emergentes (PUIREE) de la UNAM, Mauricio Rodríguez Álvarez.
Los esquemas de inmunización se definen con base en evidencia científica generada durante rigurosos procesos de investigación, que determinan la composición, vía de administración, número de dosis y el intervalo que tiene que haber entre las porciones, precisó.
Al moderar el Seminario Vacunas del PUIREE, puntualizó que revacunarse cuando corresponde protege el presente y es una inversión en el futuro.
El también académico de la Facultad de Medicina (FM) argumentó que estas no son un acto único, sino un compromiso continuo que se adapta a cada etapa de la vida.
Al participar con el tema “Vacunación y refuerzos ¿Por qué, cuáles y cuándo aplicarlas?”, la también académica de la FM, María Guadalupe Miranda Novales, destacó que no se puede lograr inmunidad en la población si hay procedimientos incompletos.
Cuando ocurren interrupciones como sucedió durante la pandemia, expuso, hay virus altamente contagiosos que provocan enfermedades como sarampión y tosferina, por lo que mantener los esquemas completos y los refuerzos evita brotes, así como reducir la morbilidad y la mortalidad sobre todo en poblaciones de alto riesgo.
La académica del Seminario del Plan Universitario de Control de la Resistencia Antimicrobiana propuso además mejorar la preparación del personal que las aplica porque en ocasiones no destinan la dosis correspondiente, debido a que la niña o niño tiene goteo nasal, o consideran que presenta enfermedad y no pueden inocular.
Ello propicia que se difiera la administración y las cartillas estén incompletas. “Eso se tiene que mejorar; hay que facilitar el acceso, no deben aplicarse solo en los centros de salud o en las unidades de medicina familiar”, compartió.
Otras inmunizaciones
La también integrante de la Unidad de Investigación, Análisis y Síntesis de la Evidencia, en el Centro Médico Nacional Siglo XXI, indicó que son pocas las enfermedades que dejan inmunidad permanente, es decir, si la padecemos no volveremos a presentar este mismo patógeno; por ejemplo el sarampión, del cual estamos ante un brote importante.
En contraste, abundó, hay virus que no son tan estables, como el de la influenza; la inmunidad se pierde rápidamente, los anticuerpos declinan a lo largo de un año.
“Puede cambiar anualmente, es por ello que la revacunación se hace en ese periodo. ¿Qué decir de los patógenos nuevos? Recientemente pasamos por la pandemia de COVID y si un patógeno no es reconocido por un anticuerpo que existe en nuestro organismo, invariablemente todos vamos a enfermar”, describió.
Lo que se recomienda en México con respecto a la aplicación del biológico contra influenza es un programa anual: de los seis meses hasta los 59 meses de edad, y a los mayores de 60 años; o bien, a pacientes con factores de riesgo.
En el caso de Covid se debe suministrar a personas de 60 años y a quienes tienen circunstancias de riesgo, pero no “se habla ya revacunaciones anuales”, concluyó.