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CIUDAD DE MÉXICO, 21 de enero (Quadratín México).-La incorporación de la Nanotecnología y la hipertermia magnética a la medicina representa una gran esperanza en el combate al cáncer, pues se ha logrado eliminar células cancerígenas óseas en menos de 15 minutos, en pruebas en laboratorio, con una efectividad de 90% en la destrucción de tumores.
Así lo reveló la doctora Dora Alicia Cortés Hernández, investigadora del área de nanomateriales del Centro de Investigación y de Estudios Avanzados (Cinvestav) Unidad Saltillo Unidad Saltillo.
Este tratamiento es menos invasivo y riesgoso que los existentes, porque no es necesario extirpar el órgano afectado, y más económico, porque requiere menos sesiones, señaló la
Agregó que también tiene la ventaja de no afectar las células sanas como ocurre con la quimioterapia o la radioterapia.
Cortés Hernández preciso que esta técnica la cual ya también se empieza a analizar su efectividad para combatir el cáncer de mama, consiste en recubrir las nanopartículas con un polímero bioactivo, que luego son colocadas en un fluido químico similar a la sangre e inyectada vía intravenosa.
Hasta el momento los experimentos se han realizado in vitro, por lo que el siguiente paso es aplicarlo en ratones, por lo que se calcula que de continuar los buenos resultados, la técnica podría estar lista en unos tres años para llevarla en pruebas controladas con pacientes.
De acuerdo con la experta, la particularidad de esta investigación, a diferencia de las que se realizan en países como Alemania y Japón, es que las nanopartículas son recubiertas con materiales biomiméticos, es decir, que se unen químicamente al tejido y mejor aún, promueven el crecimiento del tejido óseo cuando están en contacto con los fluidos fisiológicos del organismo. Este es un método químico que se desarrolla en el Cinvestav.
“Lo que hacemos es introducir las nanopartículas en la sangre y guiarlas hasta la zona del tumor o inyectarlas directamente en el área afectada, para luego someter al paciente a un campo magnético oscilatorio que elevará la temperatura del tejido”.
Explicó que este método tiene grandes efectos porque, a diferencias de las células normales, las cancerígenas están compactadas, por lo cual la irrigación sanguínea es mínima, por ello, al aumentar la temperatura, los fenómenos metabólicos de éstas se aceleran, requieren más oxígeno y nutrientes para sobrvivir, necesidades que no logran cubrir y ocurre lo que llaman oclusión vascular, es decir, no reciben ni sangre ni oxígeno y, por lo tanto, mueren.
Las células normales, por el contrario, no sufren ninguna alteración, pues ellas sí gozan de una buena irrigación sanguínea, oxígeno y nutrientes, siempre y cuando no se expongan más del tiempo de terapia indicado, comentó la experta en biomateriales.
A diferencia de otros tratamientos que resultan agresivos, donde se extirpan órganos, con este se lograría eliminar 90% de células cancerígenas, y el otro 10 %, se puede tratar con quimioterapia o radioterapia, lo que va a significar menos daño para el individuo.
De acuerdo con Cortés Hernández, la aplicación de esta terapia dependerá del tipo y tamaño del cáncer, la edad y sexo del paciente, en qué órgano está el tumor, entre otros factores, mientras que el tiempo del tratamiento lo determinará el médico.
Empero, acotó, funciona mucho mejor en tumores de corto y mediano plazo, pues no importa si es un tumor grande, pero si ya ocurrió metástasis, entonces sí es difícil curarlo por hipertermia.
En cuanto a las contraindicaciones, las personas con marcapasos podrían ser sensibles debido a la aplicación de campo magnético, pero si se realiza el procedimiento de manera local, se puede controlar el problema.
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