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CIUDAD DE MÉXICO, 1 de diciembre de 2018.- El nuevo presidente de los mexicanos, Andrés Manuel López Obrador, rindió protesta ante el Congreso de la Unión, integrantes de la administración pública e invitados especiales, nacionales y extranjeros, y en su primer mensaje como Mandatario enfatizó que no tiene derecho a fallar.
Durante su intervención, el Presidente entrante señaló que este día histórico es producto de décadas años de lucha “sin dejar la dignidad en el camino” y reconoció a luchadores y activistas que hicieron posible este momento.
“Estoy preparado para no fallarle a mi pueblo. Ahora que venía para acá, se emparejó un joven en bicicleta y me dijo: Tú no tienes derecho a fallarnos. Y ese es el compromiso que tengo con el pueblo: No tengo derecho a fallar”, afirmó este sábado.
Una vez colocada la Banda Presidencial por parte del presidente de la Mesa Directiva, Porfirio Muñoz Ledo, agradeció a su homólogo saliente, Enrique Peña Nieto, por sus atenciones, “pero, sobre todo, le reconozco el hecho de no haber intervenido, como lo hicieron otros presidentes, en las pasadas elecciones presidenciales”.
Anuncia reformas para establecer el Estado de Bienestar
El nuevo jefe del Ejecutivo federal detalló que más de tres décadas bajo el modelo neoliberal han perjudicado seriamente a México: “Lo digo con realismo y sin prejuicios ideológicos: la política económica neoliberal ha sido un desastre”.
Por ejemplo, expuso que en este periodo el poder adquisitivo del salario mínimo se ha deteriorado en 60 por ciento y el salario de los mexicanos es de los más bajos del planeta. Tenemos el doble de enfermos de diabetes en comparación con países de América Latina.
“Durante el periodo neoliberal nos convertimos en el segundo país del mundo con mayor migración. Viven y trabajan en Estados Unidos, 24 millones de mexicanos. Y por lo que hace a la violencia, estamos en los primeros lugares del mundo.”
Por ello, explicó uno de sus primeros compromisos como presidente de México: “Hoy presento formalmente a este Congreso reformas constitucionales, proyectos de reforma a la Constitución, para establecer el Estado de Bienestar y garantizar el derecho del pueblo a la salud, la educación y a la seguridad social.”
A partir de hoy, señaló, “el Estado se ocupará de disminuir las desigualdades sociales, no se seguirá desplazando a la justicia social de la agenda del gobierno”.
Ofrece inversiones nacionales y extranjeras seguras
Explicó que el Gobierno de México tomará diversas medidas que encauzarán la economía: “No gastaremos más de lo que ingrese a la hacienda pública. Se respetarán los contratos suscritos por los gobiernos anteriores, pero ya no habrá más corrupción ni influyentismo en negociaciones con empresas particulares.
“Me comprometo, y soy hombre de palabra, a que las inversiones de accionistas nacionales y extranjeros estarán seguras y se crearán condiciones hasta para obtener buenos rendimientos, porque en México habrá honestidad, estado de Derecho, reglas claras, crecimiento económico y habrá confianza.”
Refrendó el compromiso de respetar la autonomía del Banco de México, y agregó que se encuentra en proceso la elaboración del presupuesto que hará posible el rescate de las industrias eléctrica y petrolera.
Nada ha dañado más que la deshonestidad de gobernantes
López Obrador expuso que uno de los ejes de acción del Gobierno de México será erradicar la corrupción y la impunidad, estrechamente vinculadas con el modelo económico que imperó hasta el día de hoy.
“El distintivo del neoliberalismo es la corrupción. Suena fuerte, pero privatización ha sido en México sinónimo de corrupción. Desgraciadamente casi siempre ha existido este mal en nuestro país, pero lo sucedido durante el periodo neoliberal no tiene precedente en estos tiempos que el sistema en su conjunto ha operado para la corrupción. El poder político y el poder económico se han alimentado y nutrido mutuamente y se ha implantado como modus operandi el robo de los bienes del pueblo y de las riquezas de la nación.”
El presidente expuso que a la Cuarta Transformación le corresponde “convertir la honestidad y la fraternidad en forma de vida y de gobierno” para revertir la profunda crisis ocurrida en México a causa del fracaso del modelo económico neoliberal y del predominio “de la más inmunda corrupción pública y privada”.
“En otras palabras, como lo hemos repetido durante muchos años, nada ha dañado más a México que la deshonestidad de los gobernantes y de la pequeña minoría que ha lucrado con el influyentismo. Esa es la causa principal de la desigualdad económica y social, y también de la inseguridad y de la violencia que padecemos.”
La respuesta del Estado será terminar con fueros y privilegios en todos los niveles de la administración pública, implementar el plan de austeridad republicana y, sobre todo, establecer un límite importante.
“La separación del poder económico del poder político. El gobierno ya no será un simple facilitador para el saqueo, como ha venido sucediendo. Ya el gobierno no va a ser un comité al servicio de una minoría rapaz. Representará a ricos y pobres, creyentes y libres pensadores, y a todas las mexicanas y mexicanos, al margen de ideologías, orientación sexual, cultura, idioma, lugar de origen, nivel educativo, o posición socioeconómica. Habrá un auténtico estado de Derecho, tal como lo resume la frase de nuestros liberales del siglo XIX: Al margen de la ley, nada y por encima de la ley, nadie”, afirmó el presidente López Obrador.