QBO Activo transforma salud pública en Amealco
CIUDAD DE MÉXICO, 21 de julio de 2020.- La cifra de muertos por Covid 19 que alcanzó México este martes —40 mil 400—, es equiparable a la cantidad de mexicanos que pierden la vida cada año a causa de enfermedades relacionadas con el consumo de bebidas azucaradas.
«Siete por ciento de la mortalidad general es atribuible a bebidas azucaradas; estamos alcanzado muy desafortunadamente 40 mil muertes por Covid, 7 por ciento son 40 mil muertes. Lo que llevamos de la epidemia de Covid muere en México cada año atribuible al consumo de bebidas azucaradas», puntualizó en la conferencia vespertina 144 para dar el balance diario de la emergencia sanitaria.
Y eso, agregó, es sólo las bebidas azucaradas, más todos los alimentos no sanos y comidas ultraprocesados, el tabaco, el consumo excesivo de alcohol.
López-Gatell señaló que, según el dato más reciente de mortalidad en México, 733 mil de personas murieron en 2018, y la mitad de ellas fue relacionado a una mala alimentación en sus distintas formas (diabetes, enfermedades cardiovasculares, hepática crónica, o cáncer, etc.)
Desde Palacio Nacional, el subsecretario de la Salud enfatizó sobre la necesidad de hacer cambios en la manera de alimentación poblacional, que inmiscuye no solo al Gobierno, sino también a la sociedad y al sector privado.
Al respecto, adelantó que el jueves tendrán una exposición del doctor en epidemiología nutricional, Ruy López Ridaura, quien hablará justamente de enfermedades crónicas y Covid. En su presentación abordará el número de muertes en México cada año a causa de bebidas azucaradas.
El subsecretario de Salud refirió que aunque la evidencia sobre el daño de los alimentos azucaras no es tan extensa como la del tabaco, que desde los años 50 sus productos tenían alta aceptación social e incluso podrían considerarse medicinales o benéficos, en los años 80 se empezó a construir conforme crecía la epidemia de la obesidad, sobrepeso, diabetes, hipertensión y múltiples cánceres asociados con la obesidad.
«Se encontró que uno de los motores principales son productos industrializados que tienen un altísimo contenido de azúcares diversos, hoy es mayormente fructuosa proveniente del jarabe de maíz, pero que aportan al organismo una cantidad exorbitante de calorías y hacen que las personas suban de peso muy rápidamente.
Abundó que en México 35 por ciento de niños y adolescentes tienen sobrepeso y obesidad en conjunto. Además, el 75 por ciento de la población mayor de 20 años tiene sobrepeso u obesidad.
«Los productos que hacen daño, hacen daño y tenemos que disuadir su consumo para que menos personas estén insanas, y que lo hagan de manera clara, no con pequeños etiquetados que confundan, por eso hicimos la política de los etiquetados frontales», dijo.
López-Gatell recordó que los productos del tabaco desde los años 50 tenían alta aceptación social y esta «epidemia del tabaquismo se trasladó a las mujeres y tuvo un enorme impacto después de haber sido una epidemia mayormente masculina por razones culturales».
Mencionó que en durante varios años a través de múltiples estudios se encontró relación entre el tabaquismos y el desarrollo de cáncer.
«Se encontró una clara asociación entre el cáncer pulmonar y otros múltiples cánceres, el de garganta el de lengua, el de páncreas, el de estómago y le hecho de fumar.
Estamos en el 2020, la evidencia es abrumadora, consistente: uno de los riesgos más grandes para la salud está asociado con el consumo de productos de tabaco, no hay la dosis aceptable, de poquito o de sabores o de colores», señaló.
Por ello, recalcó: «No hay dosis saludable de tabaco, el tabaco mata, lo que pasa es que pocas veces se habla con claridad y se usan eufemismo.
«La salud pública tiene elementos de evidencia, cuando los hay, hay que decirlos contundentemente: el tabaco mata, el tabaco causa casi cualquier problema de salud«, enfatizó.
Hugo López-Gatell sostuvo que el tabaco no debería ser un producto que se consuma, pero que existen intereses económicos poderosísimos que mantienen en el mundo entero la producción, la comercialización y la innovación tecnológica para mantener su consumo.
Consideró que lo aspiraciones sería tener una acción de Estado y no sólo de Gobierno, en la que se tenga la participación de la sociedad y el sector privado.