Poder y dinero/Víctor Sánchez Baños
La sociedad mexicana está pagando un alto precio por padecer al Gobierno de Morena, el cual se dedica a organizar rifas, campañas, persecuciones políticas y mítines, en lugar de gobernar, lo cual implica ejercer la dirección y control de la administración pública en beneficio de la colectividad.
Recientes estudios señalan que 80 por ciento del territorio nacional se encuentra acechado por grupos del crimen organizado, los cuales se han multiplicado debido a la permisibilidad gubernamental, diversificando su forma de exfoliar a la población. Incluso, pretenden controlar las cooperativas escolares y ya no digamos la venta de alimentos básicos como el pollo, huevo y tortilla.
Miles de médicos, enfermeras y trabajadores están saliendo a las calles para denunciar la cruda realidad de un sistema público de salud completamente quebrado: no hay medicinas, equipo ni dinero para pagar salarios. Aunque el gobierno afirma que se han destinado recursos históricos, pero la realidad es que no llegan a los hospitales ni a las clínicas, ya que son desviados hacia los elefantes blancos del tren Maya, la refinería de Dos Bocas y la construcción de otro aeropuerto.
La situación económica del país es alarmante debido a la violación sistemática de la ley por parte del gobierno, lo cual ha generado la falta de inversión productiva y la escasez de empleos que nuestra fuerza laboral demanda. Las empresas que buscan relocalizarse en México se encuentran con barreras burocráticas y un suministro eléctrico deficiente que no garantiza su operación. El crecimiento económico es raquítico y no satisface las necesidades de un país del tamaño de México.
Algunos se alegran al hablar del “fortalecimiento del peso”, pero la verdad es que esa aparente revaluación no obedece a factores internos y perjudica gravemente a las familias destinatarias de remesas, ya que obtienen menos pesos.
La pobreza se ha incrementado y los programas sociales no llegan a quienes los necesitan. Un claro ejemplo es que en 2016, más de 67 por ciento de la población en situación de pobreza recibía al menos un programa social, mientras que en 2020 ese porcentaje disminuyó a 43 por ciento. Los más pobres están desamparados y son presa del crimen organizado.
La desigualdad y la exclusión social alcanzan niveles alarmantes, ya que el gobierno de Morena encuentra su narrativa y fuerza en profundizar estos problemas.
México atraviesa la etapa mas oscura en la lucha por conservar sus recursos y fauna, debido a la indiferencia gubernamental que ha resultado en la cancelación de programas que promovían la agricultura sustentable y la innovación. Además, los defensores ambientales son abandonados a su suerte ante grupos criminales que saquean nuestros recursos naturales.
La contaminación de los mantos acuíferos y la destrucción del ecosistema de la Península de Yucatán traerán consecuencias inimaginables para las futuras generaciones.
La pérdida de confianza ciudadana en las instituciones de gobierno es creciente, al tiempo que aumenta el temor a perder el empleo.
Nuestro país está mal y en gran medida se debe a un gobierno ausente frente a los graves problemas que afectan a la sociedad. Es momento de corregir el rumbo y sacar a aquellos que no saben ni quieren gobernar.
*Presidente Nacional del PRI.