De norte a sur
Montañas y bosques de la Ciudad de México, como el Ajusco y los Dinamos, pueden ser tan fascinantes como desorientadores.
Cambios súbitos de clima, falta de señal telefónica y senderos poco marcados contribuyen a que paseantes pierdan el rumbo. Esto ocurre tanto a excursionistas principiantes emocionados por explorar como a senderistas experimentados quienes subestiman los riesgos.
En promedio, cada mes, la línea de emergencias 9-1-1, operada por el C5, atiende cinco reportes de personas extraviadas en zonas boscosas.
El caso más reciente ocurrió esta semana con cuatro jóvenes en el Ajusco, quienes llegaron la mañana del martes y fueron localizados por rescatistas por la noche, tras el reporte de familiares y la colaboración de las Secretarías de Seguridad Ciudadana y Protección Civil, a cargo de Pablo Vázquez y Myriam Urzúa, en seguimiento a la rápida instrucción de la Jefa de Gobierno, Clara Brugada.
La carencia de equipo apropiado —vestimenta, calzado para montaña, mantas térmicas, agua suficiente, snacks energéticos, un botiquín básico, linterna y una batería extra para el celular— expone a hipotermia o lesiones por caídas en terrenos lodosos. Aplicaciones de GPS que funcionen sin conexión pueden hacer la diferencia.
Antes de iniciar es importante compartir con familiares o amistades las rutas y actividades, así como apegarse a lo establecidos, contar con mapas del lugar y acudir con una persona experimentada que conozca el sendero.
De ser posible es muy útil compartir la ubicación en tiempo real o enviar cada cierto tiempo las coordenadas para establecer, en caso de emergencia, el último punto de referencia. Definan una hora aproximada de regreso para que la ausencia sea notificada de manera inmediata al 9-1-1, sin tener que esperar hasta cinco horas.
El reporte detona un protocolo de búsqueda del cual participan elementos del agrupamiento Zorros y del ERUM de la Secretaría de Seguridad Ciudadana, que cuentan con unidades de rescate, además de 50 personas capacitadas en rescate en alta montaña.
En situaciones de extravío, las condiciones pueden complicarse rápidamente. La caída de la noche, el frío intenso y la falta de provisiones pueden convertir una experiencia recreativa en una situación peligrosa.
Bajo esas circunstancias, mantén la calma, busca un lugar seguro para resguardarte, utiliza piedras o ramas para crear señales visibles, enciende una linterna para facilitar tu localización y si escuchas a los rescatistas responde con gritos o silbidos.
Zonas de montaña o bosque son oportunidades únicas para conectar con la naturaleza, donde la seguridad sea siempre la prioridad para evitar un Lost en el Ajusco.