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CIUDAD DE MÉXICO, 23 de enero de 2019.- Al compartir su conferencia magistral Política Criminal y el Fenómeno de Corrupción: Experiencia Italiana, el presidente de la Autorità Nazionale AntiCorruzione, Raffaele Cantone, advirtió que la corrupción debilita la infraestructura ética de una nación y su tejido social.
“Luchar en contra de la corrupción no sólo se trata de una exigencia económica, sino una exigencia moral y jurídica”, expresó respaldado por el punto de vista de las principales organizaciones internacionales.
En su visita a la Cámara de Senadores señaló que el Banco Mundial calcula que en un país corrupto una empresa crece medianamente un 25 por ciento por debajo de otra que opera en un contexto sano.
Las prácticas como el soborno pueden adjudicarse licitaciones y la corrupción altera la sana competitividad entre empresas, desalienta las inversiones, reduciendo la eficiencia y la productividad.
Al mismo tiempo, el presidente de la organización que combate esta problemática en el país europeo señaló que esto provoca un aumento en el gasto público puesto que se desvían parte de los recursos impidiendo su correcta aplicación.
Por su parte, el sector empresarial tratará de recuperar el dinero invertido a expensas de la calidad en el servicio que proporciona, ahorrando en los materiales y en la mano de obra.
Extendiendo su discurso, a nivel general, el magistrado italiano afirmó que en una sociedad corrupta las relaciones interpersonales valen más que los méritos, por tanto advirtió sobre la llamada fuga de cerebros, provocando un empobrecimiento del país a nivel intelectual.
En conferencia magistral organizada por el Senado de la República en coordinación con la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito, Raffaele Cantone dijo que las cifras de la corrupción no son idóneas.
Desde la experiencia italiana, “no se puede fotografiar el alcance del fenómeno”, es decir, sólo se conoce la punta del iceberg.