UNAM, universidad 54 para Interdisciplinary Science Rankings
MORELIA, Mich., 5 de agosto de 2016.- La decoración en la casa de un amante del cine de los años 50, en un restaurante vintage o en cualquier bar de mala muerte jamás hubiese sido igual, si la escena de Marilyn Monroe con el emblemático vestido blanco levantado no se hubiese filmado.
La imagen, una de las más famosas del siglo 20, con altas probabilidades hubiese bastado para mantenerla en la fama sin haber tenido la necesidad de grabar nada más, pues aunque ganadora del Globo de Oro, actriz de malas películas y en otras con nominaciones al Oscar, Norma Jeane Mortenson, como realmente le llamaron al nacer, fue una de las primeras comidillas hollywoodenses por su sex appeal, su osadía para posar desnuda y sobre todo por dar la imagen de una mujer empoderada, alejada de la típica costumbre de ser ama de casa y madre sometida y mantenida por un hombre.
Los escándalos: el hecho de haberse casado tres veces, su romance con John F. Kennedy, los desequilibrios sentimentales y la posible herencia de la esquizofrenia de su madre interesaron mucho más a la prensa.
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