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CIUDAD DE MÉXICO, 17 de septiembre (Quadratín México).- Juan Manuel Márquez y Manny Pacquiao iniciaron en Los Ángeles su gira de promoción de la pelea el 8 de diciembre en Las Vegas, la cual tiene como objetivo dirimir una controversia que desató la última vez que se enfrentaron estos dos pugilistas en noviembre del 2011.
Y de hecho la pelea de diciembre será la quinta vez que se enfrentan ambos boxeadores y al parecer, las tres derrotas que ha sufrido Márquez han resultado un tanto controvertidas. Mientras tanto, han empatado una vez.
En conferencia de prensa el boxeador filipino pronosticó que será una gran batalla y que entrenará para que el combate del 8 de diciembre tenga un lugar como uno de los mejores en la historia del boxeo.
“Quiero borrar las dudas de los aficionados del boxeo. Todavía hay gente que me pregunta si en realidad vencí a Márquez en las peleas anteriores.
Les prometo que verán al Manny Pacquiao joven y hambriento del inicio de mi carrera “, afirmó el filipino.
Pero las dudas no nada más eran de los aficionados, sino también de los medios de comunicación, porque round por round se observó una dominación por parte del pugilista mexicano y al final no había, aparentemente, duda de quién había ganado.
Márquez, quien en la pelea pasada generó una gran polémica por portar unos calzoncillos con el logo del PRI, indicó que quiere demostrar que él es el mejor.
“Cuando la gente me pregunta por qué pelear otra vez con Manny, respondo que quiero demostrar que soy el mejor, quiero que el referí levante mi mano al final de la pelea”, aseguró Márquez.
Márquez y Pacquiao promocionarán la pelea en Nueva York el miércoles y cerrarán la gira en la Ciudad de México el viernes.
En noviembre del 2011, la polémica y controvertida derrota de Márquez puso al boxeo profesional otra vez “en el ojo del huracán”.
“Pacman” Pacquiao terminó arriba en dos tarjetas de los jueces, mientras otro dio empate para que el ídolo asiático retuviera el campeonato de peso welter de la Organización Mundial de Boxeo (OMB), en otro escándalo en la historia del deporte de los puños.
En el boxeo, como en todos los deportes profesionales, hay intereses millonarios, comerciales y deportivos, que confluyen en determinado momento en un evento.
Por la complejidad de sus practicantes (los boxeadores, la mayoría de bajo nivel económico), los intereses giran alrededor de promotores, entrenadores, managers, representantes y un factor fundamental en las últimas décadas, la televisión y su sistema de pago por evento.
La televisión se adueñó de espectáculos deportivos que generan pasión entre los aficionados, que sigue a sus ídolos en cualquier disciplina y que rebasa más allá de su práctica física para convertirse en una industria de millones de dólares.
En el pugilismo, la gran figura en la actualidad y generador de millones de billetes verdes para él y la gente a su alrededor es Manny Pacquiao, quien por su popularidad ganó un escaño en el Congreso de su natal Filipinas.
“El Pacman” es el peleador estelar de la promotora Top Rank que preside Bob Arum, el que llena arenas, el imán de taquilla como se reflejó ante una abarrotada Arena Garden del hotel casino MGM Grand y el que genera millones de dólares en el PPE, el lucrativo negocio de la televisión.
El boxeo profesional es un deporte de apreciación y cuando no se presenta un desenlace por nocaut, los tres jueces comisionados a la pelea deciden al ganador por las tarjetas calificadas round por round, hasta el límite pactado que es de 12 en títulos mundiales.
En ellos recae la responsabilidad de darle el triunfo a un peleador, de acuerdo a su criterio y forma de ver la pelea, de calificar cada tres minutos quién realizó mejor su labor arriba del ring y superó a su rival.
Pero aquí entra un factor importante, los aficionados que acuden a las arenas para ver un espectáculo y a presenciar a su peleador favorito, a su compatriota o bien a sus ídolos, aunque en los espectadores no está la responsabilidad de conceder el triunfo al verdadero ganador.
En estas circunstancias, Manny Pacquiao, el perdedor en la pelea, pero ganador en las tarjetas de los jueces, fue abucheado por los fanáticos y no le reconocieron que terminara con los brazos en alto, y cuando habló sobre el ring, una rechifla no permitió escuchar sus palabras.
Los comunicadores especializados en boxeo también tienen sus opiniones y los dan a conocer en su medios electrónicos (televisión y radio), escritos y en la nueva tecnología de internet con las redes sociales.
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