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ASUNCIÓN, 22 de junio (Quadratín México).- “Me someto a la decisión del Congreso”, dijo esta tarde el destituido presidente de Paraguay, Fernando Lugo, y pidió a sus simpatizantes a conducirse de manera pacífica.
Las declaraciones del mandatario se dieron inmediatamente después del anuncio del Senado paraguaya de destuirlo tras un juicio político mediante el cual se le halló responsable de “mal desempeño de sus funciones”.
También se le responsabilizó del mal uso de los cuarteles militares para supuestas actividades políticas y de la firma del protocolo de Ushuaia II que habilita a la Unión de Naciones Suramericanas (Unasur) a intervenir si el país está en riesgo la democracia.
Anterior al fallo senatorial, Lugo había manifestado que acataría la resolución del juicio político en su contra, pero advirtió que el proceso que se le llevó era “un golpe de Estado” en su contra.
“Mi procesamiento procesamiento por el Parlamento es un golpe de Estado con ropaje jurídico y motivos que no se ajustan a la verdad”, reiteró.
“Pero hay que acatarlo (el juicio político), es un mecanismo constitucional, pero desde otras instancias seguramente decidiremos una resistencia para que el ámbito democrático y participativo de Paraguay se vaya consolidando”, advirtió a la estación radial.
“Instamos a la no violencia”, agregó el jefe del Estado paraguayo y apuntó que “también con la firmeza iremos exigiendo nuestros derechos, esto es más que un golpe de Estado al presidente, un golpe parlamentario con un ropaje jurídico…”.
El llamado del mandatario a la calma se da en momentos que se registraron incidentes en los alrededores del Congreso, donde el Senado aprobó por 39 votos a favor y cuatro en contra la salida del gobernante del poder.
Radioemisoras locales reportaron que tras la destitución presidencial manifestantes se descontrolaron e intentaron superar la barrera de seguridad que fue montada por la policía para proteger la sede del Legislativo.
Las fuentes precisaron que la policía respondió con disparos de balines de goma y el uso de gases lacrimógenos y del carro lanza-aguas para dispersar a los partidarios del destituido mandatario, quien se encuentra en el Palacio de Gobierno.
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