Meten mujeres reflexiones y preguntas a Casas vacías en Foro Shakespeare

CIUDAD DE MÉXICO, 27 de marzo de 2024. La directora de teatro Mariana Giménez llena sus Casas vacías de muchas reflexiones y preguntas los viernes, sábados y domingos hasta el 13 de abril en el Foro Shakespeare:

• ¿Los sistemas de poder se ocupan de generar condiciones favorables para el desarrollo de todos los individuos en una comunidad, sobre todo en las infancias?
• ¿Cómo se acompaña a una mujer que decide ser madre?
• ¿Cómo es vista la que decide no serlo?
• ¿Se trabaja para lograr sociedades más empáticas, justas e igualitarias?
• ¿Cómo nos posicionamos como individuos ante esas interrogantes?

Casas vacías es una obra que recorre los rincones de la maternidad desde la ternura hasta el escalofrío. Basada en la novela homónima de Brenda Navarro, habla del dolor de dos mujeres en un mundo feroz, desigual y violento, en el que sus voces resultan demoledoras y a través de ellas habla la soledad, desesperación, culpa, necesidad de amar y ser amadas.

En la puesta en escena, protagonizada por Paula Watson y Mariana Villegas, la directora quería que pasara lo que ocurre en la novela y también lo que no, que los cuerpos de esas mujeres se encontraran, unas madres inmensamente diferentes.

Y ese encuentro propicia un tono, una tensión entre ellas que visualicé desde el principio. Quería que fuera sorpresivo, poco predecible. Me gusta que tenga momentos lúdicos, de franco juego”, externa, en entrevista escrita.

Lo determinante para que Mariana dirija Casas vacías es porque para desmontar el círculo de violencia hace falta entenderlo desde su origen y ver el reverso de una historia de violencia sistémica ayuda a entender.

El teatro plantea interrogantes equis que necesitan ser despejadas. La mirada sobre la maternidad desde un lugar incómodo, pero necesario nos mueve de lugar, nos confronta. Cuando la pregunta me interesa, me importa y ese rango de movimiento es posible, decido aceptar una dirección”, añade.

Y avisa que la obra es devastadora, pero no hay un regodeo en esa devastación y “ver el otro lado permite imaginar otros mundos, otras posibilidades”.