Aprehenden a Marilyn, acusada de psiquiatra falsa
CIUDAD DE MÉXICO, 31 de agosto de 2017.- La tarde del 9 de octubre de 2012, Malala Yousafzai abordó sufrió un atentado en el distrito paquistaní de Swat cuando un miliciano talibán disparó aL autobús escolar donde viajaba, hecho condenado a nivel mundial. Fue trasladada a Inglaterra donde se recuperó y pasó por un largo proceso de rehabilitación.
Su lucha mundial por la educación, escribiendo y dando entrevistas sobre el tema, y exhibiendo la situación de su país bajo el régimen extremista, poco agradó a este grupo terrorista.
Al compartir su experiencia con la comunidad de estudiantes, académicos e invitados especiales en el Tecnológico de Monterrey, campus Santa Fe, la líder social y defensora de los derechos de la educación de las niñas compartió sobre su reunión privada con el Presidente de México.
A pregunta formulada por Quadratín México, Malala dijo que el apoyo del gobierno mexicano y el trabajo que está haciendo es muy positivo, pero hay que subrayar: “todavía hay muchas niñas en comunidades marginadas que no tienen acceso a la educación y se casan en edad temprana”.
“Todos los políticos y líderes tienen que unirse para hacer de la educación una prioridad para cada niño”, aseveró.
En su mensaje, pidió que los cambios en la ley deban implementarse y ponerlos en práctica. “Emprender acciones para asegurarse que los niños asistan a la escuela con seguridad”, pues ese es el trabajo de los políticos.
Llamó a los jóvenes a concientizar a través de otras plataformas y alzando voz, como los líderes de hoy y del mañana.
“Quizá no se den cuenta, pero están contribuyendo a ese gran cambio”, dijo en palabras de aliento.
Aunque aseguró que falta un buen trecho por andar, no hay que detenerse.
“Este país tiene que desarrollarse. Habrá momento en que veamos la meta muy lejos y creamos que no la vamos a alcanzar, pero tenemos que continuar”, alentó.
Tal como lo fue con los derechos de las mujeres y del voto, refirió que se puede ver que cada día hay más niños que tienen acceso a la educación, pero se tiene que seguir luchando.
En 2013, Malala fue elegida por Times como una de las personalidades más influyentes del mundo.
Al siguiente año fue galardonada con el Premio Nobel de la Paz, convirtiéndose en la ganadora más joven de este premio.
Hoy Malala es un líder con sentido humano que ve a la educación como el eje de la transformación del mundo.
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