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CIUDAD DE MÉXICO, 14 de mayo de 2017.- México comenzó a crear generaciones perdidas, producto de una guerra no declarada; miles en calidad de víctimas, cuya situación jurídica está lejos de tener una solución satisfactoria, lamentó la Arquidiócesis de México.
A través de su editorial dominical México, en situación de desastre, la Iglesia católica lamentó que, a pesar de que el Estado mexicano ha procurado la creación de organismos para la atención a víctimas, la Auditoría Superior de la Federación, en la revisión de la cuenta pública 2015, evidenció fallas.
“Los problemas en el diseño e implementación de la política no permitieron garantizar una atención integral a las 460 víctimas del delito de trata de personas reconocidas a 2015, ni a las 176 que acudieron a la Comisión Ejecutiva de Atención a Víctimas en ese año, ya que no se registró la atención oportuna, ni el seguimiento y acompañamiento durante su recuperación; tampoco se otorgó una atención homologada por la falta de implementación del Modelo Integral de Atención a Víctimas…”
Recordó que, recientemente la Conferencia del Episcopado Mexicano (CEM) publicó un estudio titulado Los desaparecidos nos faltan a todos, donde se destacó que hay personas desaparecidas en casi todos los lugares y a todos los niveles.
“Se han registrado casos públicos de desaparición de niños, mujeres, hombres que van desde hijos de empresarios, profesionistas, migrantes, campesinos, deportistas, sacerdotes, policías, militares y funcionarios públicos”.
El estudio de la CEM inicia señalando que las noticias de los hallazgos de fosas clandestinas y de desaparecidos deben increpar a los ciudadanos, especialmente a los católicos, acerca de los valores que se deben ponderar y de la urgente necesidad de un despertar hacia Dios.
La Iglesia advirtió que lo que evidencia el estudio es preocupante, pues revela que en México se vive una situación de desastre.
“Las consecuencias colaterales ya pueden verse en las víctimas de los delitos, quienes han sufrido graves violaciones a sus derechos humanos o daños en su integridad física y patrimonio. Pero las víctimas no sólo se refieren a las que han sido perjudicadas directamente, éstas pueden extenderse a otros miembros de la familia. La Ley General de Víctimas, publicada el 9 de enero de 2013 en el Diario Oficial de la Federación, señala que “son víctimas indirectas los familiares o aquellas personas físicas a cargo de la víctima directa, que tengan una relación inmediata con ella”.
Según el Registro Nacional de Datos de Personas Extraviadas o Desaparecidos, a octubre de 2016 habría cerca de treinta mil desaparecidos. Los Estados de Tamaulipas, México, Jalisco y Sinaloa registran el mayor porcentaje de desaparición de personas.