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TAPACHULA, Chis.,30 de diciembre de 2017.- Migrantes centroamericanos pasaran un amargo, triste, solitario año nuevo, expuestos a las bajas temperaturas y a la inseguridad a las afueras del albergue Belén, el cual cerró sus puertas desde el pasado 15 de diciembre y abrirá el próximo 2 de enero.
Raúl Murillo, originario de Honduras, narró que las fiestas de navidad, la pasaron bien fregados, en la calle, sin comida y a expensas de lo que los ciudadanos les regalan en la calle.
Acompañado de una decena de migrantes de Guatemala, Salvador y Honduras, el extranjero narró que emigro de su país, por las condiciones políticas, sociales, económicas y el temor a las pandillas.
El entrevistado, dijo que él y los migrantes se encuentra durmiendo al aire libre, a las afueras del albergue, en espera de que pasen las fiestas de año nuevo y reyes magos y empezar su travesía.
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