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LOS ÁNGELES, 3 de mayo (Quadratín México).- Casi mil bomberos intentan controlar un incendio forestal en el sur de California, Estados Unidos, por el que más de mil hogares han tenido que ser evacuados al noroeste de la ciudad de Los Ángeles.
La sequedad y los impredecibles vientos han atizado el fuego, levantando una pared de llamas que amenaza con llegar al privilegiado y lujoso poblado costero de Malibú, aunque las autoridades aseguran que podrán controlar las llamaradas antes de que eso suceda.
Pero para pronto, el incendio forestal ya amenaza a otras dos mil casas y ha provocado el desalojo de mil hogares y un campus universitario.
La pesadilla infernal comenzó el jueves por la mañana al costado de la autopista 101, cerca de la costa del Pacífico, y los vientos cálidos y secos fueron agrandando la amenaza de las llamas.
Cerca de un millar de bomberos están participando en las labores de extinción del fuego, que por el momento no ha causado daños personales.
“Estamos a merced de la madre naturaleza”, comentó Tom Krushke, vocero de los bomberos del Condado de Ventura.
El fuego estaba contenido en 10 por ciento, por lo que la tarea de casi mil bomberos y asistentes apenas empieza, manifestaron las autoridades.
El pronóstico del clima no era nada alentador, ya que se anticipaba humedad reducida, temperaturas elevadas y vientos matutinos con ráfagas de hasta 70 kilómetros por hora.
Todavía existía una posibilidad de que el fuego se expandiera antes de que amainasen las llamas por la tarde y bajase la temperatura, dijo Curt Kaplan, del Servicio Meteorológico Nacional en Oxnard.
“Ha crecido durante la noche”, dijo Krushke. “Las llamas habían estado bajando por los cañones a lo largo de la carretera de la costa del Pacífico y es allí donde hemos venido concentrando muchos de nuestros esfuerzos”.
Aunque las llamas se dirigían al mar, la amenaza a las casas costeras se mantenía. “El fuego puede saltar en cualquier momento y lugar”, afirmó el vocero.
El incendio fue avivado por los vientos de Santa Ana que usualmente van del otoño hasta marzo para luego ser reemplazados por la niebla matutina, dijo Kaplan.
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