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CIUDAD DE MÉXICO, 19 de agosto de 2020.- En sesión a distancia de la Comisión Permanente, senadores de Morena y sus aliados del PT y Encuentro Social aprovecharon el apartado de Agenda Política para vapulear en debate a los del PAN en el tema de la corrupción relacionada al caso Lozoya, Odebrecht, Etileno XXI y Agronitrogenados-Pemex.
El diputado Javier Ariel Hidalgo Ponce, las senadoras Antares Guadalupe Vázquez Alatorre, Imelda Castro Castro y Martha Lucía Micher Camarena, cuatro morenistas, y sus aliados, la senadora del PT, Geovanna Bañuelos de la Torre, la diputada del PES, Olga Patricia Sosa Ruíz y el diputado del PT, Benjamín Robles Montoya, fustigaron a la bancada acusada por los actos de corrupción y sobornos de sus ex legisladores.
En su defensa, el panista Julen Rementería Del Puerto solicitó el uso de la palabra para responder a lo que calificó como “una novela presidencial” que se viene construyendo en este país y que no empezó a la llegada del Presidente, sino desde el 2006, cuando, pese haber caído derrotado, el actual Ejecutivo federal salía con una banda asumiéndose como el presidente legítimo.
“La realidad es que el presidente de este país, desde el inicio de su gestión, nos ha venido presentando una telenovela como las mejores que se han hecho en este país, producida desde Palacio Nacional con toda la maquinaria de la comunicación social, gubernamental y a base de mentiras, por supuesto de gobernar nada, solamente telenovelas”, refutó el senador del PAN.
Refirió ensayos con slogans como: la mafia del poder, primero los pobres. En su analogía de una telenovela presidencial, Rementería Del Puerto acuñó capítulos como: el avión presidencial. Y un final no feliz de: “íbamos tan bien y llegó la pandemia”, con una segunda parte con otro protagonista, “el actor Hugo López-Gatell”.
El morenista Hidalgo Ponce criticó que el caso Lozoya se confirma con el video filtrado que involucra a Ricardo Anaya y al gobernador de Querétaro, Francisco Domínguez. “La respuesta de hoy del gobernador, además de demostrar un absoluto cinismo, es de pena ajena”.
Por ello, pidió a los panistas a que asuman su responsabilidad porque la gente de Querétaro confió en ellos; “¿Así piensa Acción Nacional en ser oposición, con absoluta falta de autoridad moral?”.
La senadora Antares Vázquez refirió que estos actos de corrupción lo habían denunciado desde hace mucho tiempo y ahora resulta que aquellos que se sentían invulnerables, “esos que fanfarronamente decían que no había pruebas y que no era cierto y que todo era conforme a derecho, ahora están temblando”.
Y prosiguió: “en la opinión pública están aniquilados, esa oposición moralmente derrotada ya está también derrotada en otras arenas, la gente ya no les creer”.
Olga Patricia Sosa, de Encuentro Social, aseguró que en su partido se considera que combatir la corrupción, la impunidad y la falsedad implica lo políticamente aplaudido y rentable; “preferimos estar del lado de la justicia, de la equidad y la legalidad, escuchando los reclamos en otros tiempos ignorados”.
En el caso Lozoya dijo que los videos son de interés nacional porque se tomó y repartió ilegalmente dinero del pueblo que se robó en contubernio con otros. “Es sólo una pequeña muestra del laberinto de delitos aún mayores y que requieren el castigo de la ley y de la reprobación social”.
De los tres opositores, la diputada Martha Tagle Martínez, del grupo parlamentario de Movimiento Ciudadano, se mostró neutral al señalar que el caso Odebrecht y el de Lozoya pueden ser oportunidades para demostrar que la Fiscalía General de la República sí puede investigar, probar, esclarecer hechos y no sólo buscar chivos expiatorios.
“El juicio debe ser con base a resultados, tomando en cuenta en que la prioridad es que no haya impunidad y no sea solamente un circo político-electoral”, afirmó.
La senadora Geovanna Bañuelos criticó que el caso Lozoya es el sello y el emblema de la corrupción política de este país, en su historial de excesos, corruptelas y dispendio tiene como antecedente la creación del club de millón de dólares, cuya misión era saquear las arcas del erario y hacerse millonario.
Sin embargo, “el Joven Maravilla, como se jactan en decirle sus cercanos, no actuó solo, en la trama Lozoya es evidente que se encuentran entrelazados, asociados y en contubernio otros personajes de las más altas esferas del poder”.
La morenista Imelda Castro refutó al panista que el caso Lozoya no es una novela, “es un documental de hechos, es la expresión más clara de la corrupción institucionalizada en el Estado mexicano, no es un asunto individual, ni siquiera es un asunto de un grupo, de una facción del Estado, sino es la puesta de los órganos del Estado al servicio de intereses no sólo ajenos, sino contrarios al interés general, y debe sancionarse como tal esta captura del Estado mexicano que hicieron para apoderarse, para enriquecerse de por vida”.
Verónica Delgadillo García, de la oposición de Movimiento Ciudadano, señaló que Emilio Lozoya es uno de los integrantes de la peor generación de políticos corruptos que ha tenido el país.
Además de estar involucrado en el escándalo de Odebrecht, también lo está en el desfalco que se le ha hecho a Pemex y de eso, su partido lo denunció en la Cámara de Diputados y presentó una denuncia ante la entonces PGR, además de exigir un juicio político contra el juez que en ese entonces le otorgó un amparo.