
Grave accidente sobre carretera 57 deja 2 muertos en Matehuala, SLP
CIUDAD DE MÉXICO, 6 de junio de 2025.- El debate sobre la política urbana y el papel de la movilidad en el desarrollo de nuestras ciudades ha adquirido una relevancia crucial en los últimos años. En América Latina y el Caribe (ALC), una de las regiones más urbanizadas del mundo, la falta de integración entre la política de movilidad y la de vivienda ha generado patrones de desigualdad, ineficiencia productiva y un deterioro ambiental alarmante.
En este contexto, Alfredo Del Mazo Maza planteó como indispensable generar la integración sinérgica de estos dos ámbitos como eje central para transformar la vida urbana, específicamente la de México.
La planificación tradicional, que separa la construcción de infraestructura y la conformación de ciudad, ha dado lugar a periferias desatendidas y marginadas, donde el déficit de movilidad afecta de forma directa la inclusión social y el acceso a oportunidades económicas. En numerosos estudios recientes, se ha identificado que “primero se construye y luego se hace ciudad”, lo que evidencia una desconexión entre las políticas de vivienda y movilidad”, explicó.
Datos de organismos internacionales, como el Banco Interamericano de Desarrollo y publicaciones académicas recientes (2021-2023), demuestran que los sistemas urbanos en la región sufren de una planificación fragmentada. Esta desconexión impide aprovechar al máximo la oportunidad de transformar la movilidad en un motor que fomente la reactivación económica y la reducción de las brechas sociales y ambientales.
Integrar ambos sectores permitiría construir ciudades compactas y conectadas, en línea con los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) de la Agenda 2030”, indicó Alfredo Del Mazo Maza.
Para revertir la tendencia de la planificación fragmentada en la región, se ha planteado la Nueva Agenda Urbana (NAU), en donde la configuración espacial compacta y la movilidad urbana sostenible son claves para la salud urbana positiva y la accesibilidad universal.
Bajo este marco, la integración de la política de movilidad y vivienda se convierte en una herramienta esencial para atender las necesidades de todos los ciudadanos, en especial de aquellos en situación de vulnerabilidad. En este sentido, las ciudades deben promover el uso mixto del espacio urbano y garantizar inversiones estratégicas en infraestructura de transporte que favorezca la eficiencia y la equidad.
La sinergia entre movilidad y vivienda no es una opción, es una necesidad imperante para revertir la segregación urbana y fomentar el desarrollo inclusivo. El modelo urbano debe ser repensado para incorporar estrategias que permitan convertir los sistemas de transporte en catalizadores del crecimiento económico y la justicia social”, especificó el exgobernador del Estado de México.
Según datos recientes del Instituto de Planeación Urbana (2022), ciudades que han implementado políticas integradas han visto mejoras en la conectividad urbana en un 20% y una reducción significativa en los tiempos de traslado, lo que se traduce en mayor productividad y bienestar ciudadano.
El modelo tradicional de construcción separada ha generado una expansión descontrolada que, a la larga, aumenta las inversiones necesarias en infraestructura y afecta la eficiencia energética de las ciudades. En contraste, una planificación que combine la movilidad con la vivienda favorecerá el desarrollo de “ciudades para las personas”, donde la conectividad y la accesibilidad se convierten en pilares fundamentales del crecimiento urbano.
La movilidad inteligente y la planificación habitacional colaborativa pueden transformar radicalmente la estructura urbana, creando entornos donde la calidad de vida y la equidad social sean la norma”, puntualizó el especialista mexicano.