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CIUDAD DE MÉXICO, 11 de septiembre de 2022.- En medio del debate sobre la incorporación de la Guardia Nacional al control del Ejército, la Iglesia católica reprocha que poco se ha hablado de la pérdida de valores en la sociedad que contribuye al aumento de violencia.
A través de su editorial Desde la fe, la Iglesia señala que México está por llegar al cuarto trimestre de 2022 en medio de un intenso debate sobre lo que sí y lo que no ha funcionado en la Estrategia Nacional de Seguridad Pública.
En diferentes foros se exhibe constantemente la dramática realidad ya de todos conocida: violencia, inseguridad, asesinatos, extorsiones, robo, trata de personas, crecimiento exponencial de grupos criminales y muchos otros males.
Sin embargo, refiere, poco se ha dicho de lo que la Iglesia Católica ha venido evidenciando desde hace décadas: la violencia y la inseguridad en el país se deben a la pérdida de valores en la sociedad, valores que son cimiento de la convivencia pacífica.
“Y es que, sin una firme promoción de valores como la honestidad, la responsabilidad, la verdad, el servicio, el respeto, la justicia, etc., la batalla está perdida. Sin ello, nada se puede hacer contra la violencia y la inseguridad, ni tampoco contra la corrupción que ha entrado en todas las instituciones, y es caldo de cultivo para que el crimen organizado siga propagándose como virus letal.
Para construir la paz se necesita cultivar los valores en todas las instituciones que tienen como misión procurar el bienestar de los mexicanos, desde la política, la economía, la educación, el deporte, etc. Por desgracia, es muy poco lo que se hace en este sentido”, sostiene el texto.
Asegura que esta promoción de los valores debe pasar por todos los ámbitos, empezando por las familias, que ya no pueden seguir indiferentes esperando a que el gobierno cure este mal extendido.
Además, urgió a que las familias asuman su papel de artesanos de paz, evitando en sus hogares el consumo de imágenes violentas de las series de televisión o el internet; generando un vocabulario sano y trato cordial entre sus miembros y fomentando sentimientos que no den cabida a la venganza.
“Estamos ante una emergencia que demanda de todos los mexicanos acciones concretas, inmediatas y vinculadas.
Por su parte, el gobierno y los políticos deben renunciar a crear ambientes de polarización, y comprometerse a convocar a mesas de diálogo a favor de México, por encima de intereses partidistas. Si el gobierno y la sociedad hacen lo que les corresponde, podemos augurar la mejor de las batallas contra los males que sufre el país”, sostiene.