Imperativo, estudio y reflexión sobre IA en la justicia: Guerra Álvarez
CIUDAD DE MÉXICO, 14 de noviembre de 2017.- Los próximos 16 y 17 de noviembre, la Corte Interamericana de Derechos Humanos (Corte IDH) con sede en San José, Costa Rica, escuchará los testimonios de cinco de las once mujeres denunciantes de tortura sexual a manos de fuerzas de seguridad en los hechos de San Salvador Atenco, México, en mayo de 2006.
De acuerdo a un comunicado del Centro de Derechos Humanos Miguel Agustín Pro Juárez, tras los operativos policiales, al menos 31 de las mujeres detenidas denunciaron agresiones sexuales tanto al momento de la detención como en su traslado al penal y a su llegada a éste. Mientras las mujeres tuvieron que lidiar por años con procesos penales arbitrarios por ultrajes a la autoridad, portación de arma, ataques a las vías de comunicación y secuestro equiparado, las graves violaciones a derechos humanos cometidas en su contra se mantuvieron impunes.
Durante la audiencia, la Corte IDH recibirá los testimonios orales de Norma Aidé Jiménez Osorio, Claudia Hernández Martínez, Bárbara Italia Méndez Moreno, Angélica Patricia Torres Linares y Suhelen Gabriela Cuevas Jaramillo, quienes estarán acompañadas por el resto de las mujeres. Ésta será la primera vez que comparecerán juntas ante un Tribunal las 11 mujeres peticionarias del caso desde mayo del 2006, cuando fueron ilegal y arbitrariamente detenidas durante la manifestación e iniciaron su lucha por que se conozca la verdad de lo ocurrido y se haga justicia.
Producto de la falta de una respuesta adecuada para reparar las violaciones de sus derechos, particularmente la falta de investigación y sanción de todos los responsables por los graves hechos, las mujeres iniciaron su proceso ante la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), que en noviembre de 2011 declaró admisible el caso.
En octubre de 2015 la CIDH aprobó el Informe de Fondo 74/15, en el que resolvió a favor de las peticionarias declarando que habían sido víctimas de detención ilegal y arbitraria, tortura física, psicológica y sexual, falta de acceso a la justicia y otras violaciones a derechos humanos. La Comisión recomendó al Estado mexicano investigar de manera efectiva, con la debida diligencia y dentro de un plazo razonable, identificar y sancionar los distintos grados de responsabilidad e implementar medidas estructurales encaminadas a prevenir la repetición de hechos similares.
En respuesta al incumplimiento integral y sustantivo de las recomendaciones por parte del Estado mexicano, el órgano decidió enviar el caso ante el máximo tribunal interamericano nueve meses después.
Durante la próxima audiencia pública ante la Corte, las mujeres y sus representantes —el Centro por la Justicia y el Derecho Internacional (CEJIL) y el Centro de Derechos Humanos Miguel Agustín Pro Juárez— aportarán testimonios y argumentos para demostrar las diversas violaciones a los derechos humanos que ellas sufrieron. Asimismo, una experta independiente y representantes del Estado mexicano presentarán, respectivamente, análisis y antecedentes que serán analizados luego por la Corte Interamericana para determinar la responsabilidad internacional del Estado mexicano.
Para las mujeres y sus representantes, ésta es una oportunidad única para que ellas sean finalmente escuchadas y para que la Corte IDH ordene al Estado medidas concretas dirigidas a realiza una investigación exhaustiva de todos hechos y responsables del caso. Esto servirá, además, para romper con el ciclo de impunidad que permite la persistencia de la tortura en México, en particular de la tortura sexual a mujeres, una práctica ampliamente cometida pero casi nunca sancionada. Asimismo, la revisión del caso por la Corte IDH contribuirá a revisar los controles que existen en México respecto de la actuación de las policías en cuanto al uso desproporcionado de la fuerza.