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CIUDAD DE MÉXICO, 8 de marzo de 2018.- Pese a que en la actualidad las mujeres se han empoderado y la equidad de género va en aumento, aún hay muchas que no festejarán este día, la tasa de feminicidios a nivel nacional y la violencia de género, se mantienen en niveles muy altos, y persisten prejuicios para abrir espacios laborales que con el paso de los años han sido ocupados solamente por hombres.
De acuerdo con cifras del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), de los 46.5 millones de mujeres mayores a los 15 años de edad, 30 millones han enfrentado algún tipo de violencia durante su vida. De estas, 43.9 por ciento ha sufrido algún tipo de violencia por parte de su esposo o pareja sentimental durante su relación y el resto por una persona diferente a estos.
En el ámbito laboral, las mujeres han ganado terreno en los últimos años, sin embargo, muchas de ellas aún enfrentan discriminación por motivo de género, pues en muchas ocasiones no pueden acceder a puestos de alto nivel y en la mayoría de los casos, no son remuneradas a la par de los hombres.
No obstante, esta realidad ha ido cambiando en la Ciudad de México, pues cada vez es más común ver a mujeres desempeñando labores que tradicionalmente eran catalogadas como para hombres.
Ya sea como conductoras de transporte público, trabajadoras de la construcción, o incluso, desempeñan labores en los cuerpos de emergencia, trabajos que todavía hace una decena de años, estaban destinados únicamente a los hombres.
En este caso, encontramos a Wendy, un elemento activo del Heroico Cuerpo de Bomberos quien, en sus 10 años de pertenecer a la corporación, ha pasado de ser personal administrativo a operativo.
En este tiempo, Wendy Vázquez Ortega, quien trabaja en la Estación de Bomberos Ave Fénix, en la Delegación Cuauhtémoc, ha desarrollado de todo, desde salvar animales, atender inundaciones e incendios, hasta participar en las labores de rescate en estructuras colapsadas durante el sismo del pasado 19 de septiembre, que devastó la capital.
Su llegada al cuerpo de bomberos capitalinos fue gracias a su padre, quien, desde hace 27 años, le contaba sus hazañas que, junto a sus compañeros, vivía día a día, lo que la llevó a descubrir su vocación de servicio.
Para ella, y varias de sus compañeras, el trabajo representa más que un reto, pues las actividades físicas que llevan a cabo, “es muy exigente por la relación de fuerza entre nuestros compañeros y nosotras”, pero no es imposible.
Wendy participó hombro con hombro en las labores de rescate durante varios días con sus compañeros tragahumo, sin que el hecho de ser mujer le generara algún tipo de discriminación o favoritismo.
En una situación similar se encuentra Paloma, paramédico del Escuadrón de Rescate y Urgencias Médicas, lugar donde se ha desempeñado desde hace cinco años en un ambiente de igualdad para con sus compañeros.
“Se puede pensar que es un trabajo para hombres, por el esfuerzo que se debe de hacer, sobre todo en las labores de rescate, pero yo no me he topado con alguien que me pare por el hecho de ser mujer, al contrario”.
Al interior de la corporación, las mujeres son tratadas de la misma manera que los hombres, tanto en la vida operativa como en la capacitación, “desempeñamos la misma función que los hombres, no pude haber un trato preferencial, porque en la calle no lo vamos a tener”.
Para Paloma no existen barreras en su trabajo que le impidan desarrollarse, en su caso, ella celebra hoy que puede realizar las actividades que a ella le gustan, y que no hay nadie que le impida hacer las cosas por el simple hecho de ser mujer.
Ser mujer y pertenecer al Agrupamiento de Granaderos Oriente, no ha sido tarea fácil para Nayeli Vázquez, pues, aunque ahora el trabajo es igualitario, en años anteriores sufrió discriminaciones por parte de sus compañeros.
“Estoy muy satisfecha de mi trabajo, me gusta mucho lo que yo desempeño y además, me ha dado muchos logros, tanto personales como laborales”
“En el agrupamiento todos somos iguales, no hay diferencias entre hombres y mujeres, el trabajo que desempeñamos es por igual para ambos sexos; aunque para muchos compañeros fue difícil entender que una mujer desempeñaba las mismas funciones, ahora ya es diferente”, señaló.
“Les hemos demostrado que nosotros también podemos hacer las actividades que ellos realizan”, finalizó.