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CIUDAD DE MÉXICO, 16 de mayo (Quadratín México).- Con la mente enfocada en la naturaleza, la cual representa la esencia y espíritu de su obra, el pintor Darío Basso llega a México para compartir una introspección y retrospectiva de su trabajo, el cual ha recorrido diversos recintos y espacios culturales en Europa y Estados Unidos.
Al inaugurar la exposición “El Cielo se demora”, en el binomio de recintos culturales X-Espacio de Arte, el artista refiere que la naturaleza “debe ser un aliado nuestro, pero sobre todo, una fuente espiritual y de inspiración para el hombre”.
Basso llega por primera vez para exponer en México, lo cual considera un reto que asume con nervios, pero con la confianza de que el público comprenda la esencia de cada pintura y se lleve un mensaje que le aporte algo positivo a su vida.
“Para mí desde hace años es un sueño estar en México, el arte mexicano es uno de los referentes de mi pintura. Lo que he llevado a esta exposición es toda una retrospectiva de mi trabajo, una selección de las obras que he realizado desde hace 10 años. Es una nueva experiencia, las connotaciones de mi trabajo con este país, entonces es como una deuda que tengo pendiente y que estoy cumpliendo”, expresa.
Darío Basso nació en Venezuela, pero desde los tres años de edad fue trasladado a España, nación que representa el punto de partida de su preparación y trayectoria artística, que le ha llevado a foros y recintos culturales de Francia, Italia, Alemania, Suiza y Estados Unidos, entre otros países.
Sin embargo, pese a esa trayectoria, “siempre hay nervios, hay expectativa de cómo va a responder la gente, cómo va a ser absorbida la obra, porque cada país tiene una forma de ver el arte y una realidad de la vida, entonces las interpretaciones pueden ser múltiples en el caso de una pintura abstracta”.
Respecto al binomio de recintos culturales que albergarán su obra hasta el próximo 15 de junio, ubicados en la colonia Condesa (Avenida México 99 y Alfonso Reyes 190), señala que le representan una simbiosis, una comunicación de la galería con el exterior que hacen una combinación perfecta y se integran con la naturaleza, que es la esencia de su obra.
De la naturaleza, Basso ha tomado conciencia, ha adquirido conocimientos, ha absorbido conocimiento sobre la interacción con el propio hombre, y de ahí ha tomado materiales como plantas, conchas de mar, piedras, que al mezclarse intentan plasmar su mensaje en cada pintura terminada.
“Suele tardar entre seis meses y un año cada cuadro terminarlo, y es un proceso de mucha reflexión, intentando escuchar lo que te dice la propia pintura, ella es la que te va marcando los caminos de tu trabajo, la propia experiencia como ser humano. La pintura es la que te dice cuándo está terminada, es la que te dice que debes cerrar ese proceso”, refiere.
El artista invita al público mexicano a disfrutar esta introspección con la naturaleza, con su esencia, el mensaje, para interpretar esta pintura abstracta y llevarse su propia interpretación.
“La naturaleza es una fuente de información, una fuente de productos y de necesidades para el hombre, y sobre todo una fuente cultural y espiritual; se ha considerado a la naturaleza algo aparte del hombre, como algo externo, ahora estamos viendo que tendríamos que ir en conjunto y de la mano, por lo tanto mi obra intenta reflejar esa necesidad de utilizar la naturaleza como fuente de inspiración”, finaliza.
QMX/fm