Disparan a jefatura de tenencia de La Cantera en Tangamandapio, Michoacán
MANZANILLO, Col., 5 de febrero de 2018.- Toda una epopeya, una aventura marina de apología, fue la que vivieron los pescadores manzanillenses que naufragaron en la mar, quienes, para sobrevivir, mitigaron su sed bebiendo la sangre de una tortuga marina pues el agua que llevaban para un día de pesca, se había agotado.
Los pescadores, Daniel Rodríguez, Félix Rosales y Roberto Zamora, relatan que salieron al mar la noche del pasado 29 de enero en la lancha Chilo XVI, sin embargo, al motor se le metió agua, provocando que este fallara, quedando a la deriva, recorriendo varias millas náuticas por las corrientes de mar y el viento, hasta llegar a Boca de Apiza, Michoacán.
Una vez que tocaron tierra, de inmediato se comunicaron con sus familiares y a las 20 horas del domingo, los tres llegaron con sus familias quienes los esperaban impacientemente en el astillero del Espíritu Santo en Manzanillo, de donde habían partido hace algunos días.
Roberto Zamora, uno de los tres pescadores que naufragó mencionó que al ver que amanecía y anochecía una y otra vez, pensaban lo peor, “salimos con una comida para un día de trabajo, llevaba una botella de agua y nos la pasábamos de traguito en traguito, comíamos pescado crudo, era un Dorado que habíamos capturado, sin limón así crudo nos lo comíamos”, dijo mientras sus familiares no dejaban de abrazarlo.
Mientras esperaban que la corriente los arrastrara hacia alguna costa, ellos mantenían la fe, un costal y rompe viento sirvieron para cubrirse de los intensos rayos del sol.
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