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Tenemos fiscal y tenemos presupuesto, celebra Samuel García
CIUDAD DE MÉXICO, 27 de enero de 2020.- Pensando que con el Holocausto uno se enfrenta a un horror incomprensible y el suceso socavó los fundamentos de la civilización, los embajadores de las repúblicas de Polonia, Alemania y del Estado de Israel concordaron para que “nunca jamás” la humanidad vuelva a esa página obscura y futuras generaciones conozcan del peligro que implica la intolerancia y la discriminación.
En Acto de Conmemoración Anual en memoria de las Víctimas del Holocausto y en Recuerdo de don Gilberto Bosques Saldívar, llevado a cabo en el Auditorio Octavio Paz del Senado de la República, el embajador de Polonia en México, Maciej Ziętara, dijo que los perpetradores de los crímenes no eran en su mayoría monstruos o fanáticos, sino personas comunes y corrientes, a ratos padres de familia y hasta amantes del arte.
“Su participación en el holocausto era posible gracias a la deshumanización de las víctimas, judíos, sinti, roma, pero también personas discapacitadas, enfermas, homosexuales, todos los que el régimen nazi consideró inútiles en la construcción de la sociedad perfecta de los súper hombres”, lamentó.
Peter Tempel, embajador extraordinario y plenipotenciario de la República Federal de Alemania en México, subrayó que la conmemoración del Holocausto se considera dos partes de la historia: por un lado, las víctimas y los crímenes de los cuales fueron responsables los alemanes; y por otra parte, la valentía, la visión, la humanidad y la grandeza de carácter de don Gilberto Bosques Saldívar.
Y una parte debe permanecer como una constante advertencia para la sociedad; otra, debe servirnos de ejemplo para el futuro. “La memoria de estos actos de horror nunca debemos olvidar, que nunca jamás se repita este horror”, expresó.
El embajador del Estado de Israel en México, Zvi Tal, recordó que el 27 de enero de 1945, la División 322 de Rifles del Ejército Soviético entró al campo de exterminio de Auschwitz.
Iván, un joven teniente de 21 años describió muchos años después lo que había visto y percibido: “fue duro haberlos visto entonces, recuerdo sus rostros, especialmente sus ojos que traicionaban su prueba. Los vimos demacrados, torturados, gentes empobrecidas. Podríamos decir, desde sus ojos, que estaban felices de haber sido salvados de este infierno”.
Este fue el caso para los 700 sobrevivientes que se encontraron con soldados del Ejército Rojo; pero para el 1.1 millón de personas muertas en Auschwitz, de las cuales 960 mil eran judías; y para los cinco millones de judíos adicionales, y muchas otras víctimas, en ese enorme sistema de exterminio y concentración de la Alemania nazi, las fuerzas aliadas llegaron muy tarde, demasiado tarde, señaló el diplomático israelí.
Sólo una pequeña parte de esta gran comunidad logró sobrevivir el horror, los campos de exterminio fueron establecidos principalmente en el territorio polaco, ocupado por los nazis.
Las instituciones del estado clandestino polaco, o de la resistencia, intentaron ayudar a los judíos, creando el Consejo de Ayuda a los Judíos, en 1942. Gracias a su labor, alrededor de 50 mil judíos recibieron refugio y documentos. Pero en la Polonia ocupada cada forma de ayuda a los judíos era castigada por el invasor nazi con pena de muerte.
En Alemania, 75 años después del Holocausto, las comunidades judías cuentan con una población de más de 100 mil personas; “es un gran regalo que los judíos vean actualmente Alemania como su hogar. La vida judía es parte de nuestra cultura y de nuestra identidad”, expresó el embajador Tempel.
No sólo seres humanos fueron destruidos en los que mató Auschwitz, el embajador israelí señaló que la dignidad humana, la libertad y la solidaridad también ascendieron como humo por el crematorio y, “seamos claros: el antisemitismo no se detiene con los judíos”.
“Antisemitismo y racismo son una enfermedad maligna que destruye y aparta sociedad desde adentro y ninguna sociedad y ninguna democracia es inmune”, concluyó.
El arquitecto Marcos Shabot Zonana, presidente del Comité Central de la Comunidad Judía en México expresó en su mensaje: “mientras mantengamos en nuestra memoria las tragedias del Holocausto, mientras levantemos la voz para recordar el peligro que representan las corrientes totalitarias del momento y mientras haya personas de bien, que se hagan eco de estas preocupaciones, continuaremos diciendo con orgullo y con fuerza: nunca jamás”.