El concierto del músico/Rodrigo Aridjis
Sector Salud, y el saqueo de recursos de funcionarios
La declaración del presidente Enrique Peña Nieto de que el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) tendrá viabilidad hasta 2030 porque tiene un superávit de 21 mil millones de pesos gracias a que se incrementaron las aportaciones y se aplicó rigor en su administración, luego de que en el 2012 estuvo a punto de la quiebra; no ocurre igual con los hospitales del Sector Salud.
Al inaugurar un hospital en El Márquez, en Querétaro y otro en León, Guanajuato, en su última aparición en la 109 Asamblea General del IMSS, planteó una visión optimista que dista mucho de lo que ocurre en el día a día en Centros de Salud y hospitales públicos, donde las deficiencias rayan en el surrealismo. Si es cierto. La atención en el IMSS ha mejorado y mucho.
Y les cuento: cerca de la medianoche del 26 de octubre una familia se trasladó a urgencias del hospital Gea González, en Tlalpan, donde una multitud de pacientes se aglutinaron en la zona disponible, muy acotada, luego de que una amplia zona todavía no se reconstruye después de más de un año de los sismos del 19 de septiembre. De día o de noche esperan horas a un lado de los escombros.
Como a las tres de la madrugada, finalmente un médico eficiente determina el diagnóstico y envía a la familia al Hospital General de México, porque –obviamente– “no hay camas y requieres de urgente hospitalización”, le indicó a la paciente. Sin chistar, la familia se traslada al nosocomio indicado y al llegar, se encuentra otra multitud de pacientes que tampoco encuentra ni siquiera un lugar donde estar.
Hacinados en pequeños espacios, unos sobre camillas en los pasillos, otros esperan atención en Urgencias, los médicos se abren paso entre pacientes que yacen en los pasillos y le informan a la familia que tampoco hay camas. Y frente a una multitud de pacientes que se formaron para buscar atención, la madre y su hija salen con la firme intención de acudir a un hospital privado cueste lo que cueste, midiendo sus posibilidades económicas.
Afuera del HGM pequeños grupos que se cubren mantas el frío de la madrugada, recostados en las bancas disponibles, porque el inmueble carece de una sala de espera para los familiares que acompañan a los pacientes.
Frente a este escenario deprimente, no se puede evitar el recuerdo de que en el período del entonces gobernador de Veracruz, Javier Duarte de Ochoa niños con cáncer recibieron dosis de agua destilada en lugar de los medicamentos propios de su tratamiento. Y su sucesor, Miguel Ángel Yunes, quien fue acusado de haberse apropiado 800 millones de pesos de cuando fue director del Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores al Servicio del Estado (ISSSTE) en el sexenio de Felipe Calderón Hinojosa, cuando fue por primera vez candidato a gobernador, y luego hubo escasez de medicinas para los burócratas derechohabientes.
Pero lo más relevante es que el propio Secretario de Salud, José Narro Robles, hizo público ante la Cámara de Diputados que ha presentado 70 denuncias ante la Procuraduría General de la República (PGR) por el desvío de mil 150 millones de pesos del sector salud. “Hemos estado insistiendo frente a la PGR que nos puedan informar del avance de estas situaciones y bueno, lo que se nos dice es que sigue el curso que tiene”, mencionó ante legisladores. ¿Qué falta? Voluntad política, sin duda.
Al comparecer ante la Comisión de Salud de la Cámara de Diputados el 4 de octubre con motivo de la Glosa del Sexto Informe de Gobierno, dijo que los desvíos se detectaron en 15 entidades federativas, la mayoría de los recursos eran para el Seguro Popular. “Dos gobernadores, por lo menos, están procesados entre otras cosas por haber usado recursos del Seguro Popular y seguiremos, hasta el último día, haciendo las denuncias correspondientes”, expuso, aunque evitó dar nombres y el número de funcionarios involucrados al afirmar que él no es “una agencia investigadora”.
Narro Robles añadió que desde 2015, los recursos están mejor vigilados y que durante la gestión de Javier Duarte, en Veracruz, se encontraron ilícitos que fueron denunciados, pero los que hicieron la investigación judicial no encontraron una sola prueba de que se les haya inyectado agua destilada a niños con cáncer. Asimismo, pidió no generar desconfianza entre la población con información falsa sobre las vacunas o los medicamentos.
“Sólo hay algo que no resulta fácil aceptar: afectar a la población, cuando se dice, por ejemplo, que se inyecta agua destilada a los niños, en lugar de quimioterapia. Y de verdad lo digo, lo digo con mucha responsabilidad, es que esto afecta a la población que pierde credibilidad en las instituciones, o que se diga y se sostenga que se rebajan las vacunas. Duele, duele porque en este país han pasado muchas cosas que no queremos que se repitan porque se genera desconfianza”. Luego de esta declaración a los diputados federales, ¿Qué resta? ¿Qué esperamos?