Descomplicado
Polarización y encono después de la tragedia
No se acaban de iniciar las acciones y programas del nuevo gobierno y una tragedia navideña en la que perdieron la vida la gobernadora de Puebla, Martha Erika Alonso y su esposo, el senador Rafael Moreno Valle el mediodía del 24 de diciembre dividió a la clase política en medio de una polarización que surgió de las trifulcas entre panistas y morenistas que se disputaron la gubernatura poblana.
En la mentalidad de los panistas se perfiló un atentado del que prematuramente acusan a militantes de Morena –sin investigación de por medio– luego de la confrontación política con el presidente Andrés Manuel López Obrador, quien manifestó su desacuerdo con el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación que declaró el triunfo electoral de Martha Erika Alonso, a cuya ceremonia de protesta no acudió ningún representante del gobierno federal.
Para colmo, se avivó la animadversión tras la excusa de López Obrador de que no acudiría a Puebla en fechas próximas para evitar provocaciones luego de la derrota de Miguel Barbosa, quien hizo alarde en los medios de que le arrebataron el triunfo en una elección de Estado en la que hubo fraude, robo de urnas, violencia contra los electores y manipulación de las actas por parte de los panistas durante la jornada electoral.
Sin embargo, tanto el primer mandatario como Barbosa fueron los primeros en lamentar los acontecimientos en sus respectivas cuentas de Twitter en las que el primero expresó sus condolencias a los deudos y anunció el percance ocurrido con información directa de las autoridades y el segundo manifestó su pesar por la “tragedia humana que a nadie se le desea” en la que fallecieron los esposos. “No es tiempo de hacer conjeturas”, añadió.
El 25 de diciembre los secretarios de Gobernación, Olga Sánchez Cordero y de Seguridad y Protección Ciudadana, Alfonso Durazo Montaño; de Comunicaciones y Transportes, Javier Jiménez Espriú; y el encargado del despacho de la Fiscalía General de la República, Alejandro Gertz Manero, indicaron que el helicóptero Augusta A 109 con matrícula XCA DON tuvo una falla mecánica 10 minutos después de su despegue. Desecharon un atentado.
En la conferencia de prensa Durazo Montaño también dio a conocer que de acuerdo con informes de la Secretaría de Marina, no se encontraron explosivos ni otras sustancias en el aparato siniestrado en el que fallecieron los esposos Moreno Valle-Alonso. También dejó en claro que la investigación se pondrá en manos de los investigadores que sean parte del proceso y que no habrá ninguna restricción para que se conozcan los elementos que se han recabado hasta el momento.
López Obrador anunció que como autoridad, se hacía responsable de la investigación independiente en la que participarían peritos internacionales, de cuyos resultados daría a conocer puntualmente y con certeza del percance fatal y justo el jueves 27 de diciembre arribaron a la Ciudad de México los peritos canadienses que aceptaron participar en la investigación, a la que también fue invitado el Federal Boureau of Investigations (FBI) de Estados Unidos, que declinó la invitación.
Al respecto, el subsecretario de Comunicaciones y Transportes, Carlos Morán Moguel, explicó que Estados Unidos no intervendría en la investigación debido al conflicto entre el Senado y el Ejecutivo del vecino país del norte, por lo que se pedirá la intervención de peritos europeos.
Morán Moguel reveló que de acuerdo a las primeras pesquisas, el helicóptero siniestrado impactó de forma invertida, es decir, de cabeza en los campos agrícolas de Coronango, Puebla, y que próximamente se darán a conocer las causas del percance, ocurrido a las 14:30 horas del 24 de diciembre, cuando la pareja se dirigía a la Ciudad de México a una comida con la familia de Moreno Valle.
Las acusaciones sin fundamento a los morenistas se llevaron a las redes sociales y los reclamos de panistas por una investigación independiente crecieron, pero la polarización y el encono saltaron de las redes sociales al terreno real, pues durante el homenaje a la gobernadora poblana Martha Erika Alonso Hidalgo y del senador Rafael Moreno Valle Rosas, asistentes gritaron “asesina” a la secretaria de Gobernación, Olga Sánchez Cordero, quien acudió en representación del gobierno federal.
La funcionaria recibió rechiflas y gritos de algunos de los presentes luego de que el jefe de oficina del gobierno estatal, Luis Banck Serrato, diera un discurso en el que exigía que se esclareciera la muerte de ambos políticos y enfatizara la exigencia de que hubiera justicia.
Con todo y que hay elementos suficientes para considerar que se trató de un accidente en el que pudo haber habido fallas en el aparato siniestrado, continúan las suspicacias en torno a las causas y los móviles de lo que algunos panistas como Javier Lozano y el ex presidente Vicente Fox, siguen considerando un atentado.
Lozano escribió un tweet: “Lamento profundamente el sensible y trágico fallecimiento de mis amigos Martha Erika Alonso y Rafael Moreno Valle Rosas. Puebla está de luto en medio de una irresponsable polarización política. Que haya una investigación objetiva y a fondo sobre las causas del siniestro. QEPD”.
Por su parte, Vicente Fox difundió en la misma red: “Me llena de tristeza que de pronto dos grandes amigos con brillantes carreras políticas y estrellas de oposición han perdido la vida.
¡Exigimos una aclaración!, es difícil aceptar esta coincidencia después de una fuerte batalla democrática por Puebla. Mi más profundo pésame”.
No cesan las interrogantes sobre quiénes resultan beneficiados y quiénes perjudicados con la muerte de ambos políticos que estuvieron a punto de haber hecho realidad el gobierno de Martha Erika Alonso, luego de que Puebla fue gobernada por Rafael Moreno Valle, su suegro, y luego por su esposo, del mismo nombre.
El sentido común y la congruencia exigen, por encima de todo, que se aclare el percance en el que también murieron los capitanes de la aeronave Roberto Coppe Obregón y Marco Antonio Tavera Romero, así como el asistente del senador, Héctor Baltazar Mendoza.
De inmediato asumió como encargado del despacho Jesús Rodríguez Almeida, secretario de Gobierno, conforme a la ley en tanto el Congreso estatal elige a un gobernador interino y convoca a elecciones en un plazo no menor a tres meses y no mayor a cinco, contados a partir de la publicación de la convocatoria.
La víspera, Martha Erika había escrito en su cuenta de twitter un mensaje navideño: “mis mejores deseos en estas fiestas decembrinas a todas las familias poblanas. Sé que en 2019 nos esperan grandes retos, pero juntos podemos lograr que sea un año de prosperidad y paz para el Estado. Felicidades!!”.
Fue su último tweet. Diez días antes había rendido protesta como gobernadora de Puebla en un auditorio privado ante la imposibilidad de acudir al Congreso estatal, donde la esperaba la mayoría parlamentaria morenista que le reclamaría el fraude electoral.
Y mientras concluye una investigación que podría durar un año, los dimes y los diretes entre morenistas y panistas van a profundizar la polarización y el gobierno que encabeza López Obrador tendrá que resolver satisfactoriamente el conflicto para sacudirse las acusaciones de una presunta responsabilidad que sólo quedará despejada si se aclara el percance a satisfacción de las partes.