Nigromante/José Vilchis Guerrero

López Obrador les dio la vuelta a los consorcios señalados de corrupción

La razón que expresó el presidente Andrés Manuel López Obrador para declarar desierta la licitación para la construcción de la refinería de Dos Bocas, Tabasco, fue que las empresas que participaron en la licitación habían rebasado las expectativas de costos y fechas de conclusión de los trabajos, pero en el trasfondo, pudo mucho la mala fama de algunos consorcios, que en otros países ya habían sido acusados de corrupción.

Apenas el 18 de marzo se supo que las compañías petroleras que había invitado el gobierno de la 4T a participar en la licitación para la construcción de la refinería de Dos Bocas, Tabasco, fueron identificadas el 18 de marzo por la titular de la Secretaría de Energía (Sener) Rocío Nahle: Technip, KBR y los consorcios Bechtel-Techint y   WorleyParsons-Jacobs.

Trascendió que en junio de 2010, la firma francesa Technip acordó pagar 338 millones de dólares (mdd) y resolver las acusaciones en Estados Unidos por sobornos a funcionarios del gobierno de Nigeria, con el fin de obtener contratos de construcción de instalaciones de gas natural licuado.

Se involucró también la estadounidense KBR (anteriormente Kellogg Brown & Root) y otras dos compañías más en un joint venture para construir las instalaciones en Bonny Island, Nigeria, valuadas en seis mil mdd, detalló el Departamento de Justicia estadounidense en un documento.

En este caso, la Technip autorizó el joint venture para contratar a dos agentes, Jeffrey Tesler y una compañía japonesa y así pagar los sobornos a oficiales nigerianos. El entonces CEO de KBR, Albert «Jack» Stanley, se reunió con funcionarios nigerianos para que designaran a un representante con quien la empresa debería negociar los sobornos.

Al final, el consorcio pagó 132 millones de dólares a una corporación controlada por Tesler y más de 50 millones de dólares a la empresa comercial japonesa durante el plan del soborno. Otro caso lo enfrentó el grupo argentino Techint, cuyo presidente ejecutivo, el multimillonario Paolo Rocca, con una fortuna de 4 mil 300 mdd según Forbes, fue procesado judicialmente por una investigación en una amplia red de sobornos.

Adicionalmente, en noviembre de 2018, el gigante italo-argentino que controla a Ternium y Tenaris explicó que uno de sus ejecutivos reconoció que pagó a exfuncionarios de Cristina Fernadez de Kirchner durante el proceso de nacionalización en Venezuela de Sidor, una filial del grupo empresarial, reportó Reuters.

Finalmente, otro caso más es el de la familia dueña de la firma constructora estadounidense Bechtel, con ingresos por 25 mil 900 mdd anuales, que fue vinculada en un caso de corrupción en Abu Dhabi, Emiratos Árabes Unidos. El diario británico Telegraph informó que la compañía uso los servicios de Al Badie Group en una campaña para ganar un contrato de 600 millones de dólares para construir su planta petroquímica.

Reuters reportó que en 2016, la Oficina de Fraudes Graves (SFO, por sus siglas en inglés) de Reino Unido abrió una investigación en contra de la empresa Unaoil luego de que en 2010 alcanzara un acuerdo con Leighton Holdings que más tarde, en 2011, el grupo denunció como corrupción sobre un contracto por 500 mdd para un ducto en Iraq.

Documentos filtrados revelaron que las empresas Borghi y Unaoil podrían ganar cientos de miles de dólares si ayudaban al consorcio encabezado por WorleyParsons a ganar un contrato en el campo petrolero Kashagan, ubicado en Kazajstán, de acuerdo con el diario australiano The Sydney Morning Herald.

En enero anterior Nahle aseguró que se eligió el esquema de la licitación restringida para evitar la perticipación de empresas con antecedentes de sobornos. “Va a ser una licitación restringida porque vamos a invitar a las empresas especialistas, serias (…) estamos evitando empresas internacionales que tengan antecedentes de corrupción. Esa es una de las premisas que ha mandado el presidente”, declaró la funcionaria encargada de la política energética en el foro Energy México 2019 Oil & Gas Power.

El gobierno mexicano pretende que la megaobra de refinación procese 340 mil barriles diarios de crudo maya de 22 grados API y comience operaciones en 2021. Para lograrlo, la nueva administración gastará 8 mil millones de dólares (mdd).  Sener estima que se crearán 23 mil empleos directos y 100 mil indirectos con la construcción.

Su objetivo es que la refinería ayude a terminar con las importaciones de combustible desde Estados Unidos, que hoy representan casi el 80 por ciento de la demanda nacional. Al mismo tiempo, el gobierno intenta rehabilitar las seis refinerías del país, que hoy operan por debajo del 40 por ciento de su capacidad para procesar 1.5 millones de barriles de crudo diarios.

En la conferencia de prensa de este jueves, cambió el panorama. Debido a que las empresas “estaban pidiendo mucho”, el presidente Andrés Manuel López Obrador informó que la licitación para la refinería de Dos Bocas, Tabasco, se declaró desierta y serán Petróleos Mexicanos (Pemex), en coordinación con la Secretaría de Energía (Sener), comenzarán los trabajos el próximo 2 de junio.

Se informó que de las empresas a las que se invitó de manera restringida a la licitación para la dirección de este proyecto, una declinó y tres más presentaron una propuesta técnica y una económica; no obstante, por incumplimiento con las bases establecidas se decidió declarar desierta la licitación.

 “Esto nos ayudará a terminarla a tiempo y cumplir nuestra palabra y es un desafío más de hacerla en tres años y de que nos cueste mucho menos de lo que estiman las empresas. Para que salga en tiempo y con este presupuesto necesitamos hacerla nosotros, de manera directa con el apoyo de los técnicos y trabajadores mexicanos a los que llamo a participar. Vamos a darle contenido nacional a esta obra”, dijo López Obrador.

Explicó que Pemex destinará todo su departamento de proyecto para la realización de la refinería de Dos Bocas y además se va a contar con el apoyo del Instituto Mexicano del Petróleo. Aseguró que con los ahorros que ha hecho el Gobierno federal, en este momento se tienen cerca de 50 mil millones de pesos; es decir, una tercera parte de los recursos necesarios para la construcción de la obra que generará 100 mil empleos.

Al respecto, la secretaría de Energía, Rocío Nahle, quien será la encargada del proyecto, explicó que el 2 de junio se iniciarán las obras con el acondicionamiento del sitio y la ingeniería del detalle. Detalló que la estrategia de ejecución se diseñó y se ajustó para optimizar el plazo para cubrir la meta de tres años de construcción y reducir el costo del proyecto, “capitalizando hasta un 40 por ciento de ahorro sobre los estimados” de las empresas que participaron en la licitación.

Con el objetivo de asegurar que durante la ejecución del proyecto se realicen las mejores prácticas de transparencia y anticorrupción, habrá una participación activa de la Organización de las Naciones Unidas, precisó. Según López Obrador, algunas empresas estimaban que construir la refinería costaría 10 mil millones de dólares y otras 12 mil millones.

La construcción de la refinería de Dos Bocas será por Administración, es decir, se va a construir la refinería con la coordinación, administración y supervisión de Pemex y de la Secretaría de Energía, explicó Rocío Nahle, y afirmó que la calidad y la eficiencia energética, cumpliendo con los estándares internacionales, serán las bases para la construcción de la refinería de Dos Bocas, Tabasco.

Al cumplirse seis meses del gobierno de la 4T López Obrador hay una seguridad: es congruente con su propósito de combatir la corrupción; no serán suficientes seis años para que resurja Pemex de la desastrosa situación en la que la dejaron los presidentes panistas y priistas, pero algo se ganará si en lugar de vender crudo al extranjero se venden productos con valor agregado y se disminuye la importación de gasolina cara para el consumo nacional.

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