Escenario político
Para Donald Trump no valen los “abrazos, no balazos” contra el crimen
Luego de un año en que los mexicanos no pudimos entender el surrealista método para combatir al crimen organizado desde sus causas mediante abrazos, no balazos; con avanzados métodos científicos a través de la inteligencia militar y la coordinación entre las fuerzas armadas, tuvimos como resultado que 2019 es, al momento, el año más violento de la historia.
En ese complicado marco, surgió la creatividad del belicista presidente de Estados Unidos, Donald Trump, que se propone colaborar con el gobierno mexicano en la lucha contra el crimen organizado para eliminar de la faz de la tierra a los narcotraficantes. En la parte crucial de su campaña electoral se le ocurrió la brillante idea de declarar terroristas a los narcotraficantes, que se traducirá, invariablemente, en miles de votos a su favor, en la ruta hacia su reelección.
Para no variar, la propuesta trumpiana tuvo sus consecuencias en México, donde padecemos todos los días actos terroristas que nos mantienen en vilo. Frente a los puristas del régimen que se rasgaron las vestiduras frente al intervencionismo del desquiciado promotor del vecino del norte, Diego Sinhue Rodríguez Vallejo, gobernador panista de Guanajuato, respaldó la iniciativa. Y con mucha razón.
Todos los días, uno sí y otro también, está documentada la ineficiencia del gobierno guanajuatense para combatir al crimen organizado en un territorio que se disputan los cárteles de Santa Rosa de Lima, especializado en el jugoso negocio del huachicol; y el Cártel Jalisco Nueva Generación, que se ha diversificado en distintas modalidades del crimen con la debida complicidad de funcionarios solapados desde el foxismo, luego el calderonismo y el peñismo. Sólo falta comprobar si hay gente de la 4T que siga los pasos de los nefastos neoliberales.
Con visible seguridad y frente a las cámaras, Rodríguez Vallejo no dudó. “Creo que los mexicanos verían bien inclusive que vinieran fuerzas de otros países a ayudarnos a combatir este cáncer”, aludiendo a los grupos del narcotráfico.
Sin lugar a dudas, Rodríguez Vallejo, que no halla la puerta para salir del brete en el que está metido, sucumbió a la atractiva oferta del norte. “Estoy a favor de denominar esto (los cárteles) como terroristas; no hay otra manera de explicar eso que intentan generar en la población, que es terror”.
De hecho, en Guanajuato algunas acciones del crimen organizado han sido ya consignadas por la Fiscalía General del Estado como terrorismo y así se ha vinculado a proceso a varios detenidos, por lo menos desde 2015. En octubre del año pasado, un grupo de personas incendió patrullas y una motocicleta en la plaza principal de Jerécuaro. Treinta personas fueron detenidas, acusadas y vinculadas al terrorismo por un juez penal.
En julio pasado, civiles bloquearon la carretera Salamanca-Celaya en el municipio de Villagrán, tras el asesinato de un joven originario de Santa Rosa de Lima por efectivos de las llamadas Fuerzas de Seguridad Pública del Estado que fueron señaladas de una presunta ejecución extrajudicial. Por los bloqueos fueron detenidas ocho personas y consignadas a un juez penal, acusadas de terrorismo. Otro detenido en León en 2017 por presuntamente colgar mantas con mensajes atribuidos al crimen, fue también acusado de terrorismo por la Fiscalía General del Estado.
Diego Sinhue afirmó que “dejar cuerpos desmembrados y exhibir narco mantas, al final generan terror en la población”. En consecuencia, vota a favor de que sean declarados terroristas, ya que los mexicanos estamos hartos de la violencia de estos grupos delincuenciales. Convencido de que la criminalidad en Guanajuato “parece haber rebasado a cualquier autoridad” –sí, así de cínico, lo dijo– Diego Sinhué es un panista que no sabe mentir, pues una semana antes, durante un evento en León, hubo en distintos puntos del Estado bloqueos carreteros, más de 25 homicidios en un día, incursiones armadas a hospitales y otros incidentes ocurridos en varios municipios
Mientras esto ocurría, la FGE y el Ejército efectuaban varios cateos en la zona Laja-Bajío, donde mediante tareas de inteligencia grupos tácticos del Ejército localizaron varias casas de seguridad. Luego de que se fue la Marina –con la que se implementó a partir de marzo de este año el denominado ‘Golpe de timón’– a petición del gobernador arribaron mil 200 militares, entre éstos dos grupos tácticos de fuerzas especiales y paracaidistas, que hicieron trabajo de inteligencia, explicó. Al final se aseguró un cargamento de granadas, armas largas, equipo táctico, vehículos, varias impresoras de alta definición, así como cientos de billetes falsos.
Los bloqueos provocaron la suspensión de clases en las escuelas de todos los niveles en la zona entre Villagrán, Celaya y Cortazar. El gobernador anunció que los ahorros que se generarán en el presupuesto para el 2020 se reorientarán a más gasto en seguridad, en el mismo sentido que se aplicaron los ahorros del presente año, sin que se haya logrado reducir el índice de homicidios dolosos atribuido al embate de los grupos criminales en el estado, particularmente entre el cártel de Santa Rosa de Lima y el cártel Jalisco Nueva Generación.
Este jueves 28 se supo que sicarios irrumpieron en hospitales públicos de Juventino Rosas y Apaseo el Grande para asesinar y sustraer con violencia a uno de dos hombres que habían sido ingresados con heridas de armas de fuego, la noche del miércoles. Una balacera en Juventino Rosas a las 20.00 horas en el centro de la ciudad, dejó cuatro personas heridas. Dos fueron ingresados al hospital comunitario de Juventino para ser atendidos, mientras que los demás heridos fueron llevados a otros hospitales en ciudades vecinas.
Varios hombres armados entraron al hospital comunitario en Apaseo el Grande, de donde sacaron a un hombre que era atendido por heridas de arma de fuego, al que habían llevado un poco antes. Los sicarios entraron al área de urgencias, donde se encontraba Oscar, el herido, a quien le dispararon hasta matarlo, frente a familiares, quienes quedaron apanicados igual que los demás pacientes.
Frente a estos hechos en Guanajuato y en otras entidades, como Tamaulipas, Michoacán, Guerrero, Oaxaca y la Ciudad de México, es cada día más factible la posibilidad de que el presidente de Estados Unidos Donald Trump designe como grupos terroristas a los cárteles del narcotráfico, que muchos ven muy conveniente para la sociedad mexicana y el gobierno morenista.
El martes 26 de noviembre, en entrevista con el conductor de la cadena de televisión Fox News, Bill O’Reilly, el mandatario estadunidense dejó entrever que está ponderando la designación de los cárteles del narcotráfico mexicano como organizaciones del terrorismo internacional. Trump afirmó que “serán designados” e informó que en Estados Unidos los legisladores ya comenzaron ese proceso.
El cuestionamiento de O’Reilly fue en referencia a la carta que mandó una semana antes a la Casa Blanca la familia LeBarón, en la que solicitó a Trump la designación a causa del asesinato de tres mujeres y seis menores de edad de su familia mormona el pasado 4 de noviembre.
Las ambiguas declaraciones de Trump sobre la designación como grupos terroristas de los cárteles mexicanos, provocó inmediatamente una reacción de preocupación por parte del gobierno de López Obrador. Marcelo Ebrard entró en pánico y buscó a sus homólogos estadunidenses, que le informaron que desde el Congreso ya se habían hecho intentos desde el mal gobierno de Felipe Calderón, cuando calificaron al de México un “Estado fallido”.
Después de más de una década de un saldo de decenas de miles de muertos y desaparecidos por la violencia del narcotráfico, a México le convendría que Trump los designe terroristas, porque su gobierno se vería obligado a detener el tráfico de armas con las que históricamente ha armado a los cárteles y por lo que la economía de su país no ha dejado de ser exitosa.
Los teóricos saben que la economía de Estados Unidos está basada en el armamentismo. Es una economía de guerra. Y mientras haya guerra, aunque no esté declarada (contra el narcotráfico) en México, habrá repunte económico en el norte, aunque la economía mexicana se halla estancada, pese a estar íntimamente ligada a la de Estados Unidos.