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CIUDAD DE MÉXICO, 15 de mayo de 2025.- Después de los cambios que llegaron con la pandemia en la formas de trabajar, relacionarse y comprar, otro sector que resultó severamente afectado es el de la niñez.
Un informe de Unicef muestra que incluso los países más ricos del mundo tienen dificultades a la hora de ofrecer a los niños las condiciones para una buena infancia y un futuro prometedor.
De acuerdo con la ONU, los Países Bajos, Dinamarca y Francia son los países donde los niños disfrutan de mayor bienestar.
Sin embargo, el reporte revela que los niños de los países ricos están cada vez menos contentos con sus vidas, tienen más probabilidades de tener sobrepeso y obesidad, y no les va bien en la escuela.
El documento advierte que los avances en materia de bienestar infantil son cada vez más frágiles ante los acontecimientos y crisis mundiales, como el cambio climático.
El informe Report Card 19: El bienestar de la infancia en un mundo impredecible compara datos de 2018 y 2022 y refleja la repercusión que ha tenido la pandemia de Covid 19 y la interrupción de la actividad en todo el mundo sobre los niños y niñas de 43 países de la Organización de Cooperación y Desarrollo Económicos (OCDE) y la Unión Europea (UE).
Los Países Bajos, Dinamarca y Francia se mantienen en los primeros puestos de la lista de los mejores países para la infancia en términos de bienestar mental, salud física y competencias, seguidos de Portugal e Irlanda. España se sitúa en el séptimo puesto. En América Latina, Costa Rica ocupa el puesto 31, Colombia el 33, México el 34 y Chile el 36. (Estados Unidos no está en la lista por la falta de algunas estadísticas, aunque en las que aparece, como la de la salud infantil, se en el puesto 38 de la tabla).
Según Unicef “es tentador proponer soluciones sencillas” y centrarse en debates de actualidad, como el uso de la tecnología digital por parte de los niños. El análisis de este informe muestra que la situación es mucho más compleja. No hay una causa única para estas tendencias, ya sea individualmente o en combinación.
En numerosos países se ha producido una acusada pérdida de habilidades académicas tras la pandemia, especialmente de competencias básicas como la lectura y las matemáticas.
Según el informe, se calcula que el retraso de algunos de estos niños con respecto al nivel académico que deberían tener es, de media, de siete meses a un año. El retroceso fue más pronunciado en el caso de los niños de familias desfavorecidas.
En los 43 países que aparecen en el informe ocho millones de jóvenes de 15 años –en torno a la mitad de los que conforman ese grupo de edad– carecen de conocimientos funcionales de lectura, escritura y aritmética, lo que significa que no son capaces de comprender un texto básico.
Colombia (19 por ciento), Costa Rica (20 por ciento) y México 20 por ciento) presentan los porcentajes más bajos de jóvenes con conocimientos suficientes.