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CIUDAD DE MÉXICO., 3 de octubre de 2021.- En el último cuatrimestre de 2021 atestiguamos en el planeta niveles de desigualdad y pobreza no vistos desde antes de la Segunda Guerra Mundial (SGM), afirmó David Gordon, investigador de la Universidad de Bristol, Reino Unido.
El también profesor de Justicia Social en esa institución británica, explicó que a partir de 2017 el uno por ciento de los más ricos posee la misma cantidad de riqueza que el resto de la humanidad junta.
En el 2030, continuó, ese mismo porcentaje poseerá dos terceras partes de la riqueza del planeta. A eso se agrega que las 22 personas más adineradas del mundo cuentan con más recursos que todas las mujeres de África.
Precisó que son 64 países los más afectados económicamente por la pandemia, y añadió que la situación empeorará financieramente durante los cinco años siguientes al término de la emergencia sanitaria, estimada a partir de 2023.
“Las cosas no mejoraran económicamente. En el sistema neoliberal que ha ido de 1980 a 2016 solo el uno por ciento de la población captó el 27 por ciento de todo el crecimiento económico”, detalló.
Al dictar la conferencia magistral “Poverty and the SARS-CoV-2 Pandemic”, en el 14° Diálogo Nacional por un México Social “Desarrollo y sociedad tras la pandemia”, organizado con motivo de los 20 años del Seminario Universitario de la Cuestión Social y 10 años del Programa Universitario de Estudios del Desarrollo (PUED) de la UNAM, Gordon también abordó las consecuencias en el ámbito de la salud.
El especialista mundial en medición de la pobreza recordó que en mayo del presente año había más de siete millones de personas fallecidas por la COVID-19 y que la influenza de 1918 mató a 17 millones.
“Esto ha sido un retorno al número de muertes por enfermedades infecciosas, básicamente 100 años antes de la medicina moderna y la síntesis de antibióticos. Estamos mínimo a niveles previos de la Segunda Guerra Mundial, por supuesto acompañado también de un impacto económico masivo”, enfatizó.
De acuerdo con el académico de Bristol, los países más preparados para la pandemia han sido los más afectados, como Estados Unidos y Reino Unido. “Hubo una correlación inversa entre las naciones que se consideraban más competentes para un evento sanitario así, y el número de muertes”, afirmó.
Pobreza y cambio climático
El investigador quien colaboró en 2006 para elaborar un diagnóstico de pobreza multidimensional en México, fue presentado y moderado por Fernando Cortés Cáceres del PUED. Indicó que es importante considerar que antes de la pandemia el mundo tampoco estaba en camino de la igualdad.
“Aunque la pobreza extrema se estaba combatiendo y la tasa de hambre se había desacelerado, volvió al alza. Esto porque hubo una contracción de 10 por ciento de la economía mundial e incluso algunas naciones decrecieron hasta 51 por ciento en su Producto Interno Bruto”, apuntó.
David Gordon indicó que, según estimaciones de organismos globales como el Banco Mundial, la pandemia ha agregado a la pobreza extrema más de 180 millones de personas en el mundo.
Además, los problemas de la pobreza se exacerbarán por el cambio climático. Ha habido una larga historia de negación de esto, y estamos empeorando, destacó.
En los últimos 40 años lo que encontramos es que los gases de efecto invernadero han aumentado, la acidez del océano ha crecido al igual que el nivel del mar.
“Los fenómenos meteorológicos extremos se incrementan y esto hará que varias zonas del globo en algunos años sean inhabitables, por lo que el mundo será un lugar muy diferente a como lo conocemos hoy”, previó.
Este cambio climático conducirá a aumento sin precedente en el costo de los alimentos, incluso en América Latina, con una cifra de hasta 12 por ciento más en 2080, alertó el especialista.
El aumento de tres grados de la temperatura global para 2050 provocará disminución de la actividad agrícola, de humedad y agravará “la peor violación a los derechos humanos, que es la pobreza extrema”.
“Por todo esto, necesitamos tener un cambio dramático en la agenda política para que nuestros hijos no tengan un futuro peor que el pasado, para protegernos de las terribles consecuencias del cambio climático. La redistribución de la riqueza es la única solución al problema de la pobreza infantil, porque los niños deben pasar su tiempo jugando y aprendiendo, no consiguiendo recursos para sobrevivir”, concluyó.