![](https://mexico.quadratin.com.mx/www/wp-content/uploads/2025/02/Destaca-elite-de-Sedena-en-Reto-SWAT-2025-ante-equipos-de-46-paises-quadratin-foto-senado-107x70.jpg)
Destaca élite de Sedena en Reto SWAT 2025 ante equipos de 46 países
CIUDAD DE MÉXICO, 26 de septiembre de 2017.- En una especie de competencia para saber quién presenta más iniciativas o “las mejores”, el llamado Frente Ciudadano por México, integrado por el PAN, PRD y Movimiento Ciudadano, no sólo coincidieron en eliminar el financiamiento a partidos, sino que también presentaron lo que llamaron “un plan de austeridad”.
En conferencia de prensa, el coordinador de los diputados de MC, Clemente Castañeda Hoeflich, detalló que con este plan de austeridad buscan reducir los gastos de las instituciones del Estado, desde el Gobierno federal, hasta los organismos constitucionales autónomos, pasando, desde luego, por la Cámara de Diputados y por el Poder Judicial.
Con los dirigentes nacionales del PAN, Ricardo Anaya; del PRD, Alejandra Barrales, y de Movimiento Ciudadano, Dante Delgado Ranauro, así como los coordinadores parlamentarios en San Lázaro, Marko Cortés y Francisco Martínez Neri, respectivamente, señalaron que lo que se busca es lograr un recurso de cerca de 60 mil millones de pesos.
Castañeda Hoeflich refirió que este plan debe discutirse en este período de sesiones para que sea incluido en el Presupuesto de Egresos de la Federación y así, dijo, contribuya a atender la crisis que hoy viven miles de mexicanos.
“En la iniciativa se plantea la modificación del financiamiento público a los partidos políticos para que exista un esquema de financiamiento privado, sostenido por militantes, simpatizantes y mecanismos de autofinanciamiento, y que entre en vigor a partir de este proceso electoral”, sostuvo.
En cuanto a la reducción del gasto del Gobierno, proponen limitar la publicidad gubernamental; así como los privilegios a la clase política como: seguros de gastos médicos y seguros de vida; menos burocracia eliminando también el personal contratado por honorarios, hasta en un 50 por ciento.
Reducción de la mitad de personal con cargos de jefe de departamento y secretarios, subsecretarios equivalentes en otras dependencias; eliminar oficinas alternas de servidores públicos, teléfonos celulares, viáticos, vehículos, entre otras cosas.
Pero al estilo oportunista del coordinador del PAN en San Lázaro, Marko Cortés, no tardó en asegurar que la postura del PRI en cuanto en cuanto al financiamiento de partidos se trata de un triunfo más del Frente Ciudadano, “aún ni siquiera llegan las elecciones y hemos dado resultados”.
Insistió en que fueron los primeros que se comprometieron a impulsar la eliminación al 100 por ciento del financiamiento público a los partidos políticos, “por ello es que también, estamos proponiendo un ahorro sustantivo en el Poder Ejecutivo, reducir la alta burocracia del Gobierno federal, del Poder Legislativo y del Poder Judicial, entrarle a un ahorro de a de veras, no de simulación. No sólo aquello que le convenga al gobierno en turno, sino aquello que nos conviene a los mexicanos”, reiteró.
Cortés Mendoza indicó que buscarán que se construya un Fondo Nacional para la reconstrucción, “le decimos con claridad al PRI y al Gobierno: no bastan los siete mil millones de pesos que puede representar el ahorro de los partidos políticos, necesitamos un ahorro que pueda llegar a los 60 mil millones de pesos para hacer frente a este desastre natural y a esta contingencia que hoy tenemos”, manifestó.
Al final los coordinadores y presidentes de los tres partidos, fueron repetitivos en su propuesta y acusaciones, sin embargo, nunca definieron, cómo van a ayudar, ni supieron explicar si realizarán alguna donación directa en el corto plazo, y más bien, dieron a entender que condicionarán la discusión de la propuesta del PRI, a su plan de austeridad.
Y mientras, en las calles todavía hay personas desparecidas o sepultada bajo los escombros, miles de damnificados que se quedaron sin un lugar donde vivir, aunado a ello llega el desempleo y la paralización de la economía, sobre todo en las zonas con mayor afectación, y los legisladores siguen discutiendo la paternidad y efectividad de sus iniciativas, sin hacer acciones concretas que den certidumbre a la población, burda mezquindad, hipocresía y lamentable oportunismo político.