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CIUDAD DE MÉXICO, 2 de julio (Quadratín México).- Ni hackers ni presiones políticas variarán el rumbo final de la elección presidencial del domingo último, jornada en la que Enrique Peña Nieto es virtual triunfador con una ventaja superior a los tres millones de votos frente a Andrés Manuel López Obrador, su más cercano contendiente.
Y es que, este lunes, cuando se avanzaba hacia el cierre el Programa de Resultados Electorales Preliminares –dependiente del Instituto Federal Electoral–, el coordinador de la Unidad de Servicios de Informática del IFE, René Miranda Jaimes, informó que la página del organismo ha estado bajo el ataque de hackers, pero funcionó el blindaje creado por el IPN para impedir que ésta fuera infiltrada.
Pero, superadas las presiones de los expertos en informática, estos piratas de la red, el proceso postelectoral ingresa a otro terreno de presiones, éstas políticas que llegan disfrazadas de movilizaciones o que abiertamente con fobia hacia un candidato, en este caso Enrique Peña Nieto, se enderezan para arrinconar a los magistrados del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF), cuya responsabilidad se finca en la calificar la elección de Presidente de la República.
Sin embargo, el magistrado presidente del máximo Tribunal Electoral del país, Alejandro Luna Ramos, atajó esta embestida y advirtió que nadie ganará en la mesa lo que no ganó en las urnas.
En efecto, una vez que el miércoles entrante se proceda al cómputo distrital, procederán las impugnaciones de los partidos políticos contra el proceso federal, que deberán ser radicadas en las salas regionales del TEPJF y en la Superior del órgano jurisdiccional, que deberá analizarlas y emitir las sentencias correspondientes a efecto de estar en condiciones de calificar la elección de Presidente de la República antes del 1 de diciembre, para entregar la constancia de mayoría al, para ese momento, Presidente electo.
Frente a este cúmulo de impugnaciones que entrañan presión política, junto con la previsión de movilizaciones callejeras de inconformes con el cómputo final del IFE, el magistrado presidente manifestó que los magistrados cuidarán la voluntad ciudadana expresada en las urnas el 1 de julio, “para que sea ésta, y ninguna otra situación, la que determine quiénes serán los ganadores de la contienda, los próximos gobernantes y presentantes de los mexicanos.
“Nosotros como Tribunal tenemos la obligación de cuidar este derecho, ninguna institución puede decir quién ganó la elección, son los ciudadanos los que lo deciden y nuestra obligación es cuidar esa decisión. El Tribunal no puede cambiar la decisión manifestada por la ciudadanía en las urnas”.
El magistrado presidente ofreció una entrevista al programa de televisión del TEPJF y puntualizó respetará el compromiso que adquirió a nombre del Tribunal Electoral desde que inició su gestión al frente del órgano jurisdiccional.
En ese orden comentó que espera de que se cumplan los tiempos legales para la presentación de impugnaciones, toda vez que “candidatos y partidos políticos tienen el derecho de inconformarse y para ello existen los juicios de inconformidad, si consideran que alguna parte de la elección no fue apegada a la legalidad”.
Y refrescó la memoria a quienes presentarán recurso de impugnación, por cuanto a que las sentencias del máximo órgano jurisdiccional del país, tienen carácter de inapelables.
“La voluntad ciudadana rige el destino de los resultados electorales, porque son ciudadanos los que integran los órganos de autoridad electoral, por lo que ahora se entrará de lleno a la etapa de la calificación de la elección.
“Los partidos y candidatos ya hicieron su parte, llamaron al voto, a votar por ellos, y la votación ya se emitió; la ciudadanía acudió a las urnas y expresó su decisión; la ciudadanía puede estar tranquila y puede confiar en que protegeremos su decisión”, enfatizó Luna Ramos.
En tanto, acerca de la declaración del profesor de física en la Universidad de El Paso, Texas, Jorge López Gallardo, de que los números del PREP están manipulados y que el software de éste lo diseñaría Hildebrando (la empresa del cuñado del presidente Felipe Calderón), Ciro Murayama Rendón, miembro del Comité Técnico Asesor de este programa, rechazó lo dicho por ese docente.
“Quisiera recordar –citó Murayama—que esta persona es la misma que hace una semanas escribió en un periódico en español que se publica en Texas que el PREP que estamos viendo operar y que diseñaron los ingenieros que trabajan para el IFE, que aquí están…
“Este señor dijo que el software del PREP lo iba a diseñar Hildebrando, sin dar una sola prueba. Esa es la solvencia moral de quien está hoy descalificando al PREP, la misma persona que inventó el chisme de Hildebrando, no tiene ningún sustento”.
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