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CIUDAD DE MÉXICO, 29 de agosto de 2016.- “¿Por qué me haces llorar?”, cantaban admiradores reunidos desde antes del mediodía de este lunes en la Plaza Garibaldi, y junto con ellos, el cielo comenzó a llorar.
Ni la lluvia que amenazó al caer la noche ha impedido que apenas comiencen los homenajes de sus innumerables fans en el lugar del mariachi que vio nacer al Divo de Juárez.
“Te voy a olvidar, te voy a olvidar, aunque me cueste la vida y aunque me cueste llanto, te aseguro que te tengo que olvidar…”, coreaban los presentes con el imitador del intérprete mexicano, en Guadalajara de Noche, emblemático restaurante bar donde el tequila y el mariachi se hicieron presentes.
Pero Juan Gabriel nunca será olvidado por su público que lo vio forjarse desde abajo, prueba de que los mexicanos nunca, nunca habían llorado, y menos de dolor por un cantante de música popular.
En el bar Tenampa, la Catedral del Mariachi, otro simbólico lugar de las noches de borrachera de José Alfredo Jiménez y Lucha Villa, el tradicional son de este género musical acompañan un cuadro del compositor fallecido este domingo en Santa Mónica, California.
Los restos del cantante están siendo trasladados a territorio mexicano, pero en Garibaldi y en inmediaciones del Palacio de Bellas Artes, sus homenajes ya arrancaron, porque el cariño a Juan Gabriel será eterno, aunque sea la tristeza de millones ojos que la noche de este lunes lloran en silencio por su amor.