Eliminar autónomos, un autoengaño/Bryan LeBarón
Manlio Fabio Beltrones, el gran perdedor
Todo indica que en los comicios en que se disputaron 12 gobiernos estatales, en la mayoría de los casos, se impuso el voto de castigo contra el PRI y que el gran perdedor de esta contienda es el sonorense Manlio Fabio Beltrones Rivera que, con toda su experiencia, no supo imponer en esta ocasión el voto clientelar a favor del instituto que más tiempo se ha mantenido en el poder.
Como en cualquier crónica anunciada, desde antes el Partido Revolucionario Institucional era señalado como derrotado porque es el que más acusaciones tiene de generar violencia, corrupción e impunidad, entre otras características de los mandatarios salientes que lo representan. Solo que en esta ocasión la sorpresa fue de gran magnitud por la potente maquinaria clientelar priista que, hasta el momento, nada pudo hacer para ganar en Chihuahua, Tamaulipas, Veracruz, Quintana Roo, Durango, Aguascalientes, donde arrasó el PAN con sus alianzas y, como puntilla, MORENA en la Ciudad de México en camino de estrenar Constitución. Claro que en este caso se debe reconocer con mucha preocupación el alto abstencionismo –75 por ciento– mostrado por la ciudadanía.
Con las proyecciones de los resultados de los comicios que serán oficiales más adelante, se confirma además que el golpe de castigo contra el PRI es de tal contundencia que en muy pocos casos saldrán adelante sus impugnaciones ante los tribunales electorales. Por lo tanto, otra consecuencia de esta jornada electoral es la mayor preocupación que se pasea entre todo el universo priista ante las elecciones presidenciales de 2018 y el futuro de Manlio Fabio Beltrones, al que pocos ven como líder del PRI y mucho menos, como candidato del tricolor al hasta ayer “presidenciable”.
Seguro es que el político de Sonora tiene sus días contados en el mando del Revolucionario Institucional dentro del cual, a sus 64 años, se ha desempeñado como gobernador de su entidad, diputado federal y senador. Presidente de las Cámaras que conforman el Congreso de la Unión, coordinador parlamentario del priismo en San Lázaro, subsecretario de Gobernación, dirigente de la Confederación Nacional de Organizaciones populares (CNOP) y muchos cargos más que sirven para ilustrar que entre más alto se llega, mayor es el dolor que produce la caída.
Cabe mencionar que durante su más reciente desempeño en la Cámara de Diputados al político sonorense se reconoce su participación en el logro de las reformas estructurales del gobierno de Enrique Peña Nieto, varias de ellas cuestionadas o en camino de serlo, como se observa en lo que toca a la educativa y energética.
Tras exponer lo anterior, es importante señalar que más que una lucha democrática los hechos confirman que las elecciones en México se llevan a cabo no realmente entre institutos políticos sino mafias que ponen por encima sus propios intereses a los de la ciudadanía. Triunfar con los sufragios significa para ellas permiso para enriquecerse de manera escandalosa, entregar los recursos naturales del país a poderosas empresas trasnacionales con la complicidad del gobierno federal y la hegemonía que mantiene el partido, así se trate del PRI, PAN o el PRD.
Así pasó en las elecciones intermedias del año pasado y en las presidenciales de 2012 en que el PRI, de regreso, tras una docena trágica protagonizada por el Partido Acción Nacional, confirmó que su triunfo no fue para que las reformas estructurales cambiaran a favor la situación del pueblo en general. Peor: ha sido lo contrario, pues sus beneficios no se ven, pero sí empeora la pobreza, el desempleo, la violencia, las desapariciones y una serie de crímenes sin resolver, y cada vez más numerosos, en el país.
Voto de castigo contra PRI, PAN y PRD demandó la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE) en su lucha contra la Reforma Educativa y en reprobación al Pacto por México firmado por los partidos políticos al inicio de la actual administración. La consigna fue contra nueve partidos y en favor del que encabeza Andrés Manuel López Obrador quien, en su obsesión por llegar a la Presidencia de la República, es el único que ha apoyado a los mentores en movilización que en la defensa de sus derechos no han sabido cómo dejar de violar los de otros. No obstante, a MORENA le faltó tiempo para gobernar en Oaxaca, sede mayor de los mentores disidentes.
Puesto el escenario, el voto de castigo contra el PRI se esperaba en la ardiente Tamaulipas donde un gobernador emergente, Egidio Torre Cantú, no supo apaciguar los grupos delictivos que operan en la entidad que es campeona en secuestros, incluso simulados, batallas campales y otras acciones del crimen organizado. Por eso es que para ayer domingo se esperaba el triunfo del todavía senador panista Francisco García Cabeza de Vaca.
Igual sucede –lo del voto de castigo– con Veracruz, por culpa del gobernador Javier Duarte de Ochoa, acusado de presuntos fraudes millonarios por parte del expresidente panista Felipe Calderón Hinojosa, quien acudió a la entidad para apoyar al candidato azul, Miguel Ángel Yunes Linares, identificado también por un súper enriquecimiento explicable en su paso por la dirección del ISSSTE, donde lo colocó la maestra en apuros y exlideresa del SNTE, Elba Esther Gordillo Morales. Aquí se hablaba de que el castigado sería Héctor Yunes Landa, representante del tricolor, y no se descarta, como así lo revelan las cifras, que el beneficiado sea el de MORENA, Cuitláhuac García Jiménez, que ha buscado capitalizar a su favor que a la administración de Duarte se le identifique como la de mayor número de periodistas asesinados en México, además de jóvenes desaparecidos o muertos de manera violenta con la complicidad de policías; represiones a ancianos, a la universidad veracruzana, a campesinos y demás
Aguascalientes es otro de los estados en que se espera una votación cerrada entre Lorena Martínez Rodríguez, extitular de la Procuraduría Federal del Consumidor, y el panista Martin Orozco Sandoval. Al parecer en Chihuahua el triunfo es contundente por parte del polémico panista Javier Corral, quien se abrió paso gracias a los errores del priista César Duarte conocido como el “gobernador banquero.
En fin, hay mucho por decir más adelante luego del además sorprendente avance de MORENA el partido del Andrés Manuel López Obrador que, en tan solo dos años de su registro, es el que se perfila en capitalizar el voto de castigo que seguramente se repetirá en las próximas elecciones presidenciales.