Libros de ayer y hoy/Teresa Gil
Constitución cuestionada
En unos días se dará a conocer cómo podrá estar redactada la Constitución de la Ciudad de México que en principio hay que considerar que esta carta de deberes y derechos nacerá en medio de la política, debido en que su parto, nada prematuro, hay muchas manos negras y faltan conceptos ciudadanos que, lo más seguro, no todos serán tomados en cuenta porque los que participan: autoridades capitalinas, federales y partidos políticos no lo van a permitir.
La nueva Constitución empezará a regir el próximo año y la elaboración del proyecto es responsabilidad de Miguel Ángel Mancera Espinoza que como Jefe de Gobierno deberá presentar la redacción original a la Asamblea Constituyente el próximo 15 de septiembre en que se festeja la Independencia Nacional. Cierto que se ha convocado a la ciudadanía a participar en la creación, pero también lo es aceptar que ese llamado ha sido muy débil y, por consiguiente, la respuesta no ha sido la esperada, al menos por parte de la población de la que es una de las ciudades más grandes del mundo.
Hay que tomar en cuenta que Mancera encargó gran parte de esa responsabilidad a Porfirio Muños Ledo, reconocido personaje de la política mexicana moderna, expresidente del PRI y fundador del Partido de la Revolución Democrática (PRD), quien a su vez se ha apoyado en 28 representantes de la sociedad civil y especialistas de distintas áreas. Otro grupo de trabajo que interviene como asesor externo está encabezado por el exrector dela UNAM, Juan Ramón de la Fuente. En el último tramo de este proceso, será la Asamblea Constituyente responsable de revisar, corregir y aprobar la Carta Magna de la CDMX, nombre impuesto, de entrada, por el Jefe de Gobierno que ha sido duramente criticado por intolerancia para imponer también una ciudad vestida de rosa, castigada por obras inmobiliarias sin precedente y de las que se sospecha que detrás hay gran corrupción, la tala inmoderada de los pocos árboles que quedan en la capital y, entre otras cosas más, de las llamadas foto multas que no tienen piedad de los automovilistas y que tienen beneficios destinados a un grupo empresarial.
Bien. Dicha Asamblea Constituyente ya se integró desde la votación del pasado 5 de junio. La conforman 100 diputados, 60 de ellos elegidos por los ciudadanos chilangos. El resto serán designados por el Presidente de la República, 6; otro tanto igual por el Jefe de Gobierno; 14 serán diputados federales y 14 senadores de todos los partidos políticos, con excepción de los de MORENA bajo el argumento de que la elección de los representantes de ninguna manera fue democrática. En este marco, el Instituto Nacional Electoral únicamente reconoció a 8 independientes, de una población que se acerca a los 10 millones de habitantes, y no todos de intachable conducta.
En lo que va del año mucho se ha especulado sobre el contenido de susodicha constitución y mientras Miguel Ángel Mancera Espinoza lo niega existe ya una versión que se puede consultar en Internet. Según Excélsior, las alcaldías tendrán muchas más atribuciones de las que tienen las actuales delegaciones, además de que contendrá un Pacto Fiscal con la federación y la creación de un Centro de Justicia Alternativa y de Conciliación. Otras propuestas que se han considerado, de acuerdo con Porfirio Muños Ledo, tienen que ver con una rendición de cuentas exhaustivas, mayor transparencia y consecuencias reales para los funcionarios que incumplan la ley o atropellen los derechos humanos de los ciudadanos. Cabe preguntar si lo anterior no está contemplado en las leyes que rigen o si se necesita de una nueva Constitución para que se empiecen a aplicar, pues a diario se registran violaciones como las citadas. Interrogatorio semejante merecen adelantos dados a conocer por otros integrantes de la Comisión Redactora de esta Constitución.
Claro que también hay anuncios novedosos como las de dotar de facultades a la capital del país para fijar un salario mínimo, establecer un cabildo y generar un concepto distinto al de los programas sociales para convertirlos en derechos; el que los capitalinos se involucren en la resolución de conflictos con la creación de juntas que medien y eviten situaciones de violencia. Otras propuestas citadas por integrantes de la Comisión en distintas entrevistas con medios informativos tienen que ver con la distribución de la riqueza de acuerdo con las necesidades de cada uno de los sectores de la población y que no se concentre en el centro de la ciudad; la inclusión de reglas claras para evitar la impunidad como puede ser la revocación de mandato para funcionarios de cualquier nivel.
Seguramente son miles las propuestas que se han presentado y ello obedece a que los capitalinos siempre hemos sido mexicanos de segunda. Eso lo dice Alejandro Rojas Díaz Durán quien siempre ha sostenido que la Ciudad de México nunca ha sido libre, autónoma ni soberana. Cuenta que desde que se fundó la nación mexicana, hace 216 años, ha sido sometida por el poder de la federación y al poder presidencial. “Nos han quitado libertades, derechos y muchísimos recursos económicos. Somos ciudadanos de segunda, porque no tenemos todos los derechos que los habitantes de cualquier otra parte del país. No recibimos los recursos fiscales federales que nos corresponden (la capital aporta más del 25 % del Producto Interno Bruto y sólo reciben menos de la mitad de lo que requieren sus finanzas). De cada peso que aportamos a la federación, únicamente nos regresan 7 centavos.
El exsecretario de turismo de lo que fue el Distrito Federal, en los tiempos de Marcelo Ebrard, y actual asesor del delegado de la Cuauhtémoc, Ricardo Monreal, a su vez cercano de Andrés Manuel López Obrador, presidente de MORENA, sostiene además, desde hace tiempo, que en la Ciudad de México se recaudan más de la mitad del IVA y del Impuesto sobre la Renta (ISR) de todo el país, pero a cambo no recibe los recursos económicos para ampliar sus programas sociales de combate a la pobreza, becar niños y jóvenes, otorgar más créditos de vivienda popular y dotar de cobertura médica universal a todos, impulsar mayores inversiones públicas y privadas para generar más fuentes de empleos bien renumerados.
Si se acepta lo que explica el exfuncionario y político, se desprende el convencimiento de que la nueva Constitución todo lo va a resolver gracias a que habrá recursos para enfrentar la pobreza que aumenta y la inseguridad que no se soporta; el remedio a la educación que se carece, los derechos políticos, económicos , culturales y sociales que hoy no tenemos e iniciar –lo afirma Alejandro Rojas—una nueva era de prosperidad económica, un nuevo modelo, de desarrollo sustentable, competitivo y de innovación del conocimiento que produzca amplios beneficios a todos los sectores sociales, fundamentalmente para los que menos tienen.
Y no sólo eso. Permitirá, sigue el citado, obtener autonomía, libertad y soberanía, como cualquier estado de la República Mexicana, para que “tengamos poderes públicos propios y que estos sean más eficientes y más cercanos a la gente; que podamos elegir a nuestro gobernador de la Ciudad de México, con facultades y atribuciones iguales a cualquier otro gobernante del país. Que los ciudadanos tengamos el derecho de revocar el mandato de la ciudad y que el plebiscito y el referéndum sean vinculatorios para el gobierno…”.
A todo dar ¿no?
DESDE EL CENTRO
La ciudad de México se cimbró ayer con el homenaje a Juan Gabriel en el Palacio de Bellas Artes, lo que hizo recordar a otras celebridades como Lola Beltrán, Jorge Negrete, Pedro Infante, Agustín Lara, José Alfredo Jiménez, Javier Solís y tantísimos ídolos más que han permitido a los mexicanos aguantar las inclemencias cometidas por los políticos y todo lo que los rodea.