
Alfa omega
Lucha campesina contra injusto presupuesto
Ante la inequitativa propuesta de presupuesto 2017 del gobierno de Enrique Peña Nieto, que castiga a la mayoría de la población mientras conserva o aumenta los recursos destinados a la alta burocracia e instituciones políticas, las organizaciones campesinas siguen en su empeño de movilizarse y protestar contra la pretendida injusta distribución de los recursos.
El Frente Auténtico del Campo (FAC) continúa con la toma de instalaciones de partidos políticos –primero fue el PRD, ayer MORENA y seguirán en los próximos días con el PAN y el PRI-, en tanto que otro bloque de organizaciones aglutinadas en El Campo es de Todos han empezado a movilizarse en todos los estados de la República con la intención de que con miles de productores se dirijan a la Ciudad de México para expresarse en las Cámaras de Diputados y de Senadores, la Suprema Corte de Justicia de la Nación y, si los dejan, en la Residencia Oficial de Los Pinos, lugares todos donde despachan, paradójicamente, quienes figuran entre los más beneficiados del presunto reparto de los fondos que deben ser para los más pobres.
Los del segundo bloque, integrado por la Central Campesina Cardenista (CCC), Coordinadora Nacional Plan de Ayala (CNPA), la Unión General Obrero Campesina y Popular, entre otras, dicen a través de sus dirigencias que de ser “los hijos privilegiados del régimen”, los campesinos mexicanos han pasado a ser la reserva de mano de obra barata de los Estados Unidos y un “lastre”, que se niega a desaparecer de los gobiernos neoliberales que mandan en el país desde 1982. Ambos bloques, el primero compuesto por la UNTA, CIOAC, CODUC y MST piden influir en el presupuesto definitivo que deberá aprobar en este mes la Cámara de Diputados.
Con ese propósito el FAC ilustra la actual situación económica del país: peso devaluado, encarecimiento de la gasolina, el gas y la energía eléctrica –en su análisis faltó incluir el diésel que es fundamental en el campo—y una creciente salida de capitales estimada en 71, 980 millones de pesos. Todo esto, reconoce, deja para después mejorar el ingreso de los hogares rurales donde viven casi 30 millones de mexicanos, lograr la soberanía alimentaria y disminuir los índices de pobreza; objetivos de un modelo de política pública que debería ser general y no como ahora cuando las exportaciones de los productos del campo han rebasado en divisas las del petróleo, bonanza que es para unos cuantos agro-empresarios mexicanos y compañías trasnacionales que, con el permiso del gobierno, ponen precios altos a los insumos y precio bajo a las cosechas para quedarse con la riqueza generada en el campo mexicano.
En las consideraciones de los grupos se destaca que durante este año se han realizado dos recortes al presupuesto rural: en febrero debido a la caída de los precios del petróleo y en junio con el argumento de los ajustes derivados de la volatilidad de los mercados financieros. Para el próximo año, el Programa Especial Concurrente (PEF), denominación que recibe el conjunto de recursos que se dan a 14 secretarías que tienen que ver con el desarrollo rural, tendrá una reducción de, según propuesta de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP), 48 mil,091.8 millones de pesos, para quedar en 304 mil 751.1 millones de pesos, en caso de que los legisladores no lo modifiquen.
La tijera presupuestal que heredó Luis Videgaray a José Antonio Meade Kuribreña en la SHCP afecta a los más pobres y en todos los flancos, como son la alimentación, lo educativo, la salud, caminos rurales, apoyos a la comercialización, primordialmente, lo que se reflejara de inmediato en el aumento de la pobreza y el incumplimiento de las metas que tanto prometió Enrique Peña Nieto en campaña y fracasó en los hechos desde que inició su período presidencial.
Hace un año se hablaba del presupuesto “Base Cero” que sirvió para que hubiera farsa en la Cámara de Diputados con el fin de hacer creer que los legisladores hacían rectificar al gobierno, lo que sucederá de nuevo. Sin embargo, con reducción de presupuesto o no siempre hay daño, debido a la corrupción.
Por lo pronto, se deja a un lado que el campo mexicano es un sector estratégico para el país, pues en el descansa, en gran medida, la responsabilidad de la alimentación de los 130 millones de mexicanos. No se toma en cuenta, además, que en el medio rural vive más de una cuarta parte de la población nacional en la que se encuentran los más pobres de los pobres, y que es proveedora de trabajadores baratos y de materia prima a la industria y los servicios.
En contrasentido, un grupo de investigadores cercanos a la actual administración pide incrementar la producción, productividad, competitividad y rentabilidad para un mayor empleo y desarrollo en el medio rural, así como socializar sus beneficios; aumentar los recursos destinados a bienes públicos como la infraestructura, la tecnología, la sanidad y la información, entre otros, e impulsar la disponibilidad de insumos y servicios estratégicos como las semillas, los fertilizantes y el crédito, además de un manejo sustentable del suelo y agua.
Todos estos, y muchos más, seguirán quedándose en propósitos por la disminución del gasto público y el insaciable enriquecimiento de quienes dicen gobernar.
DESDE EL CENTRO
Aunque desde septiembre sabían en MORENA que los campesinos del FAC irían a sus instalaciones, hasta pasadas las 15 horas ningún miembro del comité ejecutivo los había recibido y AMLO andaba de gira por Nayarit. El desaire fue patente y el enojo más, sobre todo porque entre los manifestantes se escuchó: “si así nos tratan los que se dicen amigos, realmente estamos desamparados”…Ante la insoportable inseguridad que ha registrado la última encuesta del INEGI en el país, vuelven a surgir las demandas de pena de muerte y trabajos forzados para los delincuentes, que, así maten, tienen como principal defensor a la CNDH, que debería regular su comportamiento…En Bali, provincia de Indonesia, el movimiento global La Vía Campesina estuvo presente para defender los sistemas campesinos de semillas e insistir en la participación de los productores en la toma de decisiones que rechacen las leyes de los Derechos de Propiedad Intelectual y de patentes, que ponen en peligro a la soberanía alimentaria y empoderan a las trasnacionales.